Después de que un hombre terminó en el hospital tras beber raíz de regaliz, se reactiva el debate científico en torno a esta infusión.
Luego de que un hombre fuera hospitalizado por beber té de regaliz (orozuz), unos investigadores advierten que algunos productos herbales pueden ser perjudiciales.
El hombre, de 84 años de edad, no identificado, acudió al servicio de urgencias porque su presión sistólica (la fuerza con que el corazón expulsa la sangre) se había elevado mucho y oscilaba entre 180 y 210 milímetros de mercurio (mmHg; el nivel normal es 120 mmHg).
Según el estudio de caso, publicado el 27 de mayo en la revista Canadian Medical Association Journal, el paciente manifestaba cefalea (dolor de cabeza), fotofobia (hipersensibilidad a la luz), dolor en el pecho, fatiga y retención de líquidos en las pantorrillas.
Durante el examen físico, los urgenciólogos hallaron también que tenía signos de sobrecarga volumétrica; es decir, había una cantidad excesiva de sangre en una de sus cavidades cardiacas.
Durante el interrogatorio realizado en urgencias, el paciente dijo tener otros antecedentes importantes, los cuales incluían hipertensión crónica (presión arterial elevada desde hacía tiempo), enfermedad arterial coronaria y diabetes tipo 2.
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Asimismo, reveló que, durante las dos semanas previas a la consulta, había bebido un par de vasos diarios de un té casero preparado con el extracto de la raíz de regaliz.
En el estudio de caso, los autores informan que el regaliz se ha utilizado durante miles de años para tratar diversas dolencias, particularmente en regiones como la antigua Asiria, Egipto, India y China. Más aun, el té de regaliz —conocido en Egipto como erk sous— sigue consumiéndose en algunos países europeos, así como en Oriente Medio, sobre todo durante el mes de Ramadán, y en países de América.
Este té suele hacerse envolviendo en un paño una mezcla de raíz de regaliz con bicarbonato de sodio, y dejando que la preparación repose en agua durante varias horas. Sin embargo, se ha documentado que esta infusión puede agravar la hipertensión en individuos que ya tienen este problema.
El paciente confesó que, pese a que era consciente de que la bebida podía empeorar su problema de presión arterial elevada, no pensó en hacer esta asociación cuando sus registros de presión comenzaron a inquietarlo.
Los médicos implementaron un tratamiento con medicamentos antihipertensivos y, al cabo de 24 horas, algunos síntomas comenzaron a disminuir. En el estudio de caso, los autores señalan que, si bien incidentes como este son muy contados, es importante que los médicos estén enterados de que el té de regaliz puede ser una posible causa de las crisis hipertensivas atendidas en los servicios de urgencias.
El paciente fue internado 13 días para vigilancia en el hospital, y sus tratantes indicaron que no siguiera ingiriendo dicho té.
En entrevista con Newsweek, el Dr. Jean-Pierre Falet, miembro del Departamento de Neurología en la Universidad McGill, y coautor del estudio de caso, declaró: “Es posible prevenir los efectos secundarios del regaliz, y este caso nos recuerda que, al evaluar una crisis de hipertensión arterial, es necesario preguntar al paciente si lo ha ingerido”.
“Por otra parte, el caso brinda la oportunidad de dirigir la atención del público general hacia los efectos colaterales del consumo excesivo de regaliz, bien sea como té (el llamado ‘erk sous’), como regaliz negro (la golosina de regaliz rojo no contiene extracto de raíz de orozuz), o como aditivo de alimentos y bebidas”.
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“Si un individuo padece de presión arterial elevada, bajos niveles sanguíneos de potasio, un problema renal o cardiovascular, o está utilizando algún medicamento que pueda causar un desequilibrio electrolítico, debe abstenerse de consumir grandes cantidades de regaliz a fin de minimizar el riesgo de sufrir efectos secundarios”.
Como parte de su advertencia, Falet añadió que incluso las personas jóvenes y sanas pueden desarrollar problemas de salud a resultas del consumo excesivo de regaliz, y citó el caso de un hombre de 35 años de edad, quien desarrolló un cuadro grave de debilidad muscular e hipertensión debido a que bebía más de un litro diario de erk sous.
“Por consiguiente, el uso excesivo de regaliz puede ser perjudicial para individuos más jóvenes, aun cuando los incidentes adversos suelen ser menos frecuentes que en las personas mayores”, agregó Falet. “Parece que algunos pacientes son más sensibles a los efectos colaterales del regaliz, en particular los individuos añosos, las mujeres, y quienes presentan trastornos subyacentes como presión arterial elevada y niveles bajos de potasio”.
En sus conclusiones, los autores escribieron: “Dada la población multicultural de Canadá, todos los médicos que atiendan pacientes hipertensos y difíciles de controlar deben considerar un interrogatorio dirigido para detectar la ingesta de raíz de orozuz”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Publsihed in cooperation with Newsweek