Un joven de 19 años, identificado como John T. Earnest, asesinó a una mujer e hirió a tres personas con una arma automática en una sinagoga cerca de San Diego, en el sur de California.
El tiroteo sucedió en el último día de la Pascua Judía, exactamente seis meses después de que un supremacista blanco mató a 11 personas en un ataque en una sinagoga de Pittsburgh, en Pensilvania, el peor contra un lugar de culto judío en la historia de Estados Unidos.
Esto es lo que sabemos hasta el momento.
Tres heridos, incluido el rabino
“Tuvimos cuatro personas con heridas de bala. Hay un muerto”, dijo el alcalde Steve Vaus a la cadena de noticias por cable MSNBC.
La víctima mortal es una mujer de 60 años, llamada Lori Kaye, quien según comentó un testigo a la CNN, intentó proteger al rabino rabino Yisroel Goldstein, una de las tres personas que resultaron heridas.
Goldstein dijo al programa Today que, luego de escuchar una explosión “me di la vuelta y me encontré cara a cara con este terrorista asesino que sostenía el rifle y me mira fijamente, y en cuanto me vio, comenzó a disparar hacia mí y fue entonces cuando levanté las manos mis dedos volaron”.
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“Luego continuó y mató a Lori Kaye allí mismo”, comentó.
El portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Emmanuel Nashon, dijo que las otras dos personas heridas, una menor de 8 años y su tío de 34, se encuentran en “buen” estado de salud.
El principal sospechoso detenido
Earnest se entregó a la policía después del ataque. Fue acusado de un cargo de asesinato en primer grado y tres cargos de intento de asesinato.
Aunque no figuraba en los registros de las autoridades, medios locales informaron que el joven había anunciado públicamente en internet su intención de matar a judíos.
“Tenemos copias de sus publicaciones en las redes sociales y de su carta abierta y las estudiaremos para determinar su autenticidad y saber qué aporta eso a la investigación”, precisó el sheriff del condado de San Diego, Bill Gore.
El manifiesto, revisado por la agencia AFP, es similar al publicado por Brenton Tarrant, un supremacista blanco acusado de los ataques del 15 de marzo a la mezquita de Christchurch, Nueva Zelanda, que dejaron 50 muertos.
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En la carta, elogia las acciones de Tarrant y al atacante de Pittsburgh y se responsabiliza de un atentado incendiario a una mezquita en California una semana después del tiroteo de Christchurch.
El sheriff precisó que el joven entró en la sinagoga Chabad poco después de las 11:20 del sábado, cuando había en el templo un centenar de fieles. Abrió fuego con un arma que, al parecer, se atascó, lo que explicaría el bajo número de víctimas.
Se trataba de un fusil de asalto AR-15, utilizado en numerosas matanzas en Estados Unidos estos últimos años.
“Me preparaba para hacer tareas en mi jardín cuando escuché 6 o 7 detonaciones”, contó al canal local NBC7 Christopher Folts, que vive cerca de la sinagoga. “Hubo una pausa, una voz de mujer gritando y luego otras 6 o 7 detonaciones”.
Un guardia fronterizo que tenía día franco y se encontraba en el lugar disparó al sospechoso cuando huía y alcanzó al vehículo en el que se desplazaba.
El hombre fue finalmente detenido por un equipo de la policía canina que corrió a la escena del ataque, señaló el jefe de policía de San Diego, David Nisleit.
La condena
El alcalde de Poway homenajeó a “los miembros de la congregación que se opusieron al atacante y evitaron así un incidente mucho más horrible”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó el ataque, que “afecta al corazón del pueblo judío” e hizo un llamado para que la comunidad internacional “intensifique la lucha contra el antisemitismo”, según un comunicado divulgado por su oficina.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el sábado durante un mitin en Wisconsin que condena “el mal del antisemitismo y el odio”.
“Esta noche, el corazón de Estados Unidos está con las víctimas del horrible tiroteo de la sinagoga en California, simplemente sucedió”, continuó el presidente.
En un comunicado, la directora del Museo del Holocausto de Washington, se declaró “alarmada por este segundo ataque contra una sinagoga en seis meses”.
“Hoy nuestros pensamientos van hacia las víctimas y sus familias, pero luego habrá que recordar que el antisemitismo es una amenaza creciente y mortal”, agregó.
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“El antisemitismo continúa alzando la cabeza y provocando víctimas”, dijo a su vez el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon. “Es tiempo de pasar a la acción, de declarar una guerra decidida (al antisemitismo), y no sólo condenarlo moralmente, lo que permite a las fuerzas del odio revivir las horas sombrías de la historia”, remarcó.
En Twitter, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez dijo que estaba “destrozada” por las noticias del tiroteo.
“Tenemos la responsabilidad de amar y proteger a nuestros vecinos”, señaló.
“El odio y la violencia tienen que detenerse”, afirmó por su lado Mike Levinel, miembro por California de la Cámara de Representantes.
La organización judía la Liga Antidifamación, que combate el antisemitismo, denunció un aumento del 57% de los ataques contra su comunidad en Estados Unidos en 2017, la subida más grande desde la década de 1970.
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Con información de AFP