El submarino argentino ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo, fue hallado en el fondo del Atlántico a 907 metros de profundidad un año y un día después de que se perdió el contacto.
Esto es lo que sabemos hasta el momento.
La desaparición
El submarino dio su última señal el 15 de noviembre de 2017, cuando viajaba por el Golfo San Jorge entre la ciudad de Ushuaia, 3,200 km al sur, de donde había zarpado hacia su apostadero habitual en el puerto de Mar del Plata, 400 km al sur de Buenos Aires.
La alerta de su desaparición se dio 48 horas más tarde y comenzó una búsqueda intensa dificultada por tormentas, vientos fuertes y olas de hasta 12 metros de alto sobre el océano.
A los 15 días, la Armada argentina dio por terminada la búsqueda de sobrevivientes, un golpe duro para los familiares que confiaban en rescatarlos con vida.
Una búsqueda internacional
Un total de 13 países participaron del operativo con despliegue de aeronaves, barcos y 4,000 hombres. Sin resultados, la mayoría abandonó la tarea en los últimos días de 2017. La búsqueda se suspendió en el invierno austral.
La presión de los familiares, que realizaron una protesta con permanencia de 54 días en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, llevó a la contratación de la empresa estadounidense Ocean Infinity, que cuenta con alta tecnología para el rastreo.
Argentina se comprometió a pagar una prima de 7 millones de dólares en caso de éxito, que se sumarán a los 920 millones de pesos (25.5 millones de dólares) ya invertidos, según el ministerio de Defensa.
El buque de Ocean Infinity zarpó el 7 de septiembre con cuatro familiares de los tripulantes a bordo como veedores. Dos meses después y sin novedades anunciaron la suspensión del rastreo hasta diciembre.
La causa
La Armada informó la medianoche del viernes que “habiéndose investigado el punto de interés N°24 informado por Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al “AraSanJuan”.
Luego se aclaró que la nave siniestrada estaba a 907 metros de profundidad.
El submarino está a 91.2 km al norte del lugar donde hizo su última comunicación y a 41 km de donde se había detectado una “anomalía hidroacústica consistente con una explosión”.
Ahora se sabe que el submarino sufrió una implosión. “Se lo ve completo pero obviamente implosionado”, dijo Gabriel Attis, jefe de la Base naval. El casco está abollado hacia el interior. La implosión se produce cuando la presión del mar supera la de la atmósfera del submarino, explicó la marina.
El comandante del submarino, capitán de fragata Pedro Martín Fernández, había reportado una avería en las baterías como incidente superado, que se había producido por un cortocircuito generado por el ingreso de agua de mar por el snorkel.
Un submarino de este tipo generalmente está equipado con cuatro baterías de 50 toneladas cada una. Contienen plomo y ácido sulfúrico.
Reclamos de familiares
Yolanda Mendiola, madre del cabo primero Leandro Cisneros, quien tenía 28 años al momento de la desaparición de la nave, dijo a la AFP que “tenemos nuestra duda de que quizás el submarino esté vacío en el fondo”.
“Vamos a exigir al presidente (Mauricio Macri) que vea la forma de sacarlo (al submarino del fondo del mar) porque sí se puede, porque la empresa lo dijo”, expresó.
“Sé que iba con muchas averías, mi hijo me lo dijo, una vez no podían emerger”, relató.
Cristian Torres, primo del cabo principal Jorge Valdez, clama por terminar con esta agonía. “Son 366 días de dolor y espera y desconsuelo, en algún momento se tiene que cerrar”.
Macri prometió el sábado que habrá investigaciones para conocer “toda la verdad” sobre el caso y decretó tres días de duelo nacional. “Se abre una etapa de serias investigaciones para conocer toda la verdad, una verdad con la que estamos comprometidos desde el primer día”, dijo.
Recuperar el submarino
El ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, dijo a Clarín que el gobierno descarta reflotar el Ara San Juan. “En este momento nuestra prioridad es descubrir la verdad de lo que pasó y colaborar con la Justicia. Reflotar el submarino a 900 metros de profundidad y en el lugar donde se encuentra es una operación tecnológicamente imposible”, dijo.
Mientras tanto, el buque Seabed Constructor, de la empresa estadounidense Ocean Infinity, que localizó al submarino, partió la noche del sábado hacia Sudáfrica para ser sometido a tareas de reparación, informó la Marina de guerra de Argentina.
El buque se dirige a Ciudad del Cabo, donde desembarcarán tres observadores de la Marina y cuatro familiares de los tripulantes del San Juan, que durante los últimos días acompañaron las labores de búsqueda del submarino. De allí, regresarán a Argentina.
Las primeras fotos
El buque, construido por la fábrica alemana Thyssen Krupp, fue botado en 1983. Entró en servicio en 1985 en la Armada Argentina. Con 66 metros de largo (eslora), estaba equipado con torpedos y fue relanzado en junio de 2014 desde el astillero Tandanor en Buenos Aires, tras ocho años de importantes operaciones de mantenimiento.
Conferencia #AraSanJuan: el Seabed Constructor arribó el 16 al Área 1/ Subárea 15a y efectuó el descenso del ROV a fin de investigar el punto de interés N°24 informado por Ocean Infinity. Se verificó que se trataba del submarino que se encuentra a aprox. 900 metros de profundidad pic.twitter.com/iiKPw6smZK
— Armada Argentina (@Armada_Arg) 18 de noviembre de 2018
Conferencia #AraSanJuan: Una sección mayor, comprendida por el casco resistente -de acero especial de 33 mm. de espesor-, se encuentra en una sola pieza a 907 m. Es el sector habitable donde se encuentran las baterías y todos los sistemas y equipos que tiene el submarino pic.twitter.com/6WZl67Jlvg
— Armada Argentina (@Armada_Arg) 18 de noviembre de 2018
Conferencia #AraSanJuan: Asimismo, se identificaron otras partes del submarino de menores dimensiones y formas, coincidentes con la sección de proa, la popa y la vela. Para ver la conferencia ingresar a https://t.co/kqbfWHwN8p pic.twitter.com/p44WeQDK3z
— Armada Argentina (@Armada_Arg) 18 de noviembre de 2018
Para la Armada Argentina, estaba “en pleno funcionamiento”. Se utilizó principalmente para ejercicios y misiones de vigilancia para hacer cumplir regulaciones argentinas de pesca en el Atlántico Sur, donde muchos buques extranjeros se aventuran ilegalmente. Argentina tiene otros dos submarinos: el San Luis, en reparación, y el Salta, amarrado en la base de Mar del Plata.
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Con información de AFP