La Academia sueca, que entrega el Nobel de Literatura, anunció este lunes la dimisión efectiva de cuatro de sus miembros, nombrados inicialmente de por vida, tras el escándalo #MeToo que sacudió a la prestigiosa institución.
La academia está inmersa en la confusión desde las revelaciones del movimiento #MeToo que la salpicaron a finales de 2017.
Estas últimas semanas, seis de los 18 académicos anunciaron su renuncia al sillón. Dos miembros no participaban desde hace mucho tiempo en su trabajo, reduciendo a diez el número de académicos en activo.
Según los estatutos de la institución, se necesitan al menos 12 miembros activos de los 18 asientos para elegir un nuevo miembro.
El rey, padrino de la institución, anunció el 2 de mayo una modificación de los estatutos: sus miembros podrán renunciar y, por tanto, ser reemplazados durante su vida.
“Lotta Lotass, Klas Östergren y Sara Stridsberg pidieron y obtuvieron con efecto inmediato la autorización de dimitir de la Academia sueca”, indicó la institución en un comunicado.
El cuarto miembro, Kerstin Ekman, retirado desde 1989 después de la negativa de la Academia a condenar en ese momento una fatwa contra el escritor británico Salman Rushdie, también fue autorizado a dimitir.
“El premio Nobel 2018 de literatura se designará y anunciará al mismo tiempo que el galardonado de 2019”, anunció el viernes la Academia Sueca en un comunicado.
“Los miembros activos de la Academia Sueca son por supuesto plenamente conscientes de que la actual crisis de confianza representa un importante reto a largo plazo y requiere un trabajo sólido de reforma”, dijo Anders Olsson, el secretario permanente de la Academia, en un comunicado.
“Consideramos necesario dedicar tiempo para recuperar la confianza del público en la Academia antes de que se pueda anunciar el próximo ganador”, afirmó el texto.
Esta institución, fundada en 1786, ya había optado en siete ocasiones anteriores por suspender el premio: en 1915, 1919, 1925, 1926, 1927, 1936 y 1949.
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Con información de AFP