Un compuesto llamado EP055 ha producido resultados promisorios al ralentizar a los espermatozoides de los monos sin afectar sus hormonas, de acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista PLOS ONE.
En el futuro, esto podría conducir a la creación de una “píldora” anticonceptiva masculina que no tenga efectos secundarios importantes, aunque aún falta mucho para lograrlo.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (UNC, por sus siglas en inglés) y el Centro Nacional para el Estudio de los Primates de Oregón descubrieron que los espermatozoides de los macacos machos rhesus dejaron de moverse 30 horas después de que se les administró el compuesto en forma intravenosa.
“Nuestro compuesto hace que los espermatozoides dejen de nadar”, declaró a Newsweek Michael O’Rand, catedrático jubilado de biología y fisiología celular de la Facultad de Medicina de la UNC y autor principal del estudio.
“Funciona al enlazar la proteína EPPIN de la superficie del espermatozoide. Se trata de un enfoque no hormonal de la anticoncepción masculina”, afirma O’Rand. “A diferencia de los enfoques hormonales, este compuesto no hace que los espermatozoides dejen de producirse en los testículos, ni interfiere con las hormonas masculinas”.
Actualmente, las únicas opciones de anticoncepción abiertas a los varones son los preservativos y las vasectomías, las cuales son costosas y difíciles de revertir. Aunque actualmente se realizan pruebas con varios enfoques distintos de la anticoncepción masculina, la mayoría de ellos afectan a las hormonas, lo cual podría tener efectos secundarios negativos (de manera muy semejante a las píldoras anticonceptivas femeninas).
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En su estudio, los investigadores no observaron ningún efecto secundario físico en los monos. Dieciocho días después de que se les administró el anticonceptivo, los animales mostraron signos de recuperación completa, lo que indica que los efectos son reversibles.
“Hasta ahora, todo indica que el compuesto es seguro”, señala O’Rand. “No se observaron efectos adversos en los monos a los que se les administró el compuesto”.
Los estudios en monos no necesariamente producirán los mismos resultados que las pruebas clínicas realizadas en seres humanos, pero O’Rand señala que dichos estudios son el modelo más adecuado posible. Los monos “ciertamente son superiores a los modelos de roedores”, que tienen aparatos reproductores muy distintos.
Sin embargo, es necesario realizar muchos más estudios sobre el compuesto antes de que esté listo para su uso en seres humanos. Los científicos han comenzado a realizar pruebas con una píldora elaborada con el compuesto, y el siguiente paso será realizar una prueba de apareamiento de monos para probar la efectividad del compuesto EP055 contra el embarazo.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek