Un joven buscado por la policía de Austin, Texas como el autor de cuatro explosiones en menos de un mes murió la madrugada de este miércoles al hacer explotar el vehículo en el que se encontraba cuando las autoridades se disponían a arrestarlo, confirmó el jefe de la policía de Austin, Brian Manley.
Manley ––quien no identificó al sospechoso aunque los medios dicen que se trata de Mark Anthony Conditt–– afirmó que se cree que esta persona es responsable de las cinco explosiones que dejaron dos muertos y varios heridos desde el 2 de marzo en Austin, la capital de Texas, en el sur de Estados Unidos, generando inquietud entre su población.
Austin fue sacudida por una serie de explosiones con paquetes bomba en los últimos días en la ciudad sin motivo aparente ni objetivos concretos. “Han sido unas largas tres semanas para la comunidad de Austin”, dijo Manley.
Los uniformados rastrearon el coche del sospechoso hasta un hotel en las afueras de la ciudad, y mientras aguardaban el arribo de equipos tácticos, el sospechoso comenzó a alejarse en el vehículo.
Cuando se dispusieron a impedir su avance y arrestarlo, el hombre detonó una bomba dentro del auto y murió, explicó Manley, quien precisó que un policía resultó herido en la explosión.
AUSTIN BOMBING SUSPECT IS DEAD. Great job by law enforcement and all concerned!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 21 de marzo de 2018
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atribuyó el martes a “personas enfermas” varios atentados ocurridos en Texas en las últimas semanas. En su primera declaración pública sobre esta oleada de ataques, Trump prometió identificar al responsable.
“Los ataques con bomba en Austin son terribles (…) “Obviamente, se trata de un individuo muy, muy enfermo o quizás de individuos. Son personas enfermas, y llegaremos al fondo”, dijo.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, había indicado más temprano que por ahora no hay un “nexo aparente con el terrorismo”.
Permanecer vigilantes
Brian Manley, quien destacó una mayor sofisticación en los artefactos explosivos, indicó que se desconocen las motivaciones del sospechoso, que aún no estaba claro si actuó solo o tenía cómplices y que no se podía descartar la posibilidad de que hubiera bombas en algún lugar.
Los primeros tres dispositivos estaban ocultos en paquetes que fueron dejados en las puertas de las casas de sus destinatarios. El cuarto fue detonado el domingo con un cable trampa.
Fred Milanowski, de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego (ATF) advirtió que aún había peligro. “Queremos asegurarnos de que si las personas ven paquetes o bolsas sospechosas, que llamen al 911 para poder manejarlos”, dijo Milanowski.
El alcalde de Austin, Steve Adler, dijo por su lado a CNN que los habitantes de la ciudad aún deben permanecer vigilantes porque la investigación continúa y aún hay interrogantes sin responder, cómo saber dónde estuvo el sospechoso en las últimas 24 horas.
Pero por el momento, dijo, “hay una sensación de alivio en esta comunidad así como extrema gratitud y agradecimiento por este ejército de agentes del orden que han estado aquí”.
Solo el FBI envió 350 agentes para colaborar con la investigación.
“Amplia evidencia”
La policía rastreó al sospechoso durante 36 horas tras surgir pruebas en imágenes de video y testimonios, indicó.
KEYE, filial de CBS en Austin, divulgó fotografías que dijo eran del sospechoso, luciendo una gorra azul de béisbol, guantes y posiblemente una peluca mientras el domingo dejaba paquetes en una oficina de FedEx. Las imágenes surgieron de los videos de seguridad de esa sucursal.
En la madrugada del martes estalló una bomba en la cinta transportadora de un centro de distribución de FedEx en Schertz. La policía confirmó el martes por la noche el hallazgo de un segundo paquete relacionado con los ataques en otro local de FedEx cerca del aeropuerto de Austin.
La compañía indicó que había proporcionado a las autoridades “amplia evidencia relacionada con estos paquetes y la persona que los envió” recogida de sus “sistemas de seguridad de tecnología avanzada”.
Las autoridades habían recibido más de 1,200 llamadas desde que la semana pasada instaron a la población a informar sobre actividades y artículos sospechosos, señaló la policía de Austin.
(Con información de AFP)