El cuerpo de Gabriel Cruz, un niño de ocho años, fue encontrado el pasado domingo por la Guardia Civil doce días después de su desaparición en Almería, España. Su cadáver se encontró en la parte trasera del automóvil de la novia dominicana de su padre en un momento en el que el caso había causado gran consternación en el país.
La muerte de Gabriel provocó múltiples expresiones odio al punto de generar llamados a restablecer la pena de muerte abolida en 1995, en un país con una de las tasas de homicidios más bajas del mundo.
La desaparición del niño ocurrió el 27 de febrero en el pequeño pueblo del sudeste de Las Hortichuelas. Cientos de voluntarios se unieron a la búsqueda y sus padres Patricia y Ángel Cruz, que están separados pero se llevan bien, dieron innumerables entrevistas que transmitían su dolor.
La investigación dio un giro inesperado cuando el ministro del Interior de España, Juan Ignacio Zoido, anunció el domingo que la policía había encontrado el cuerpo de Gabriel en el automóvil de la pareja de su padre, Ana Julia Quezada.
Quezada había sido parte de la larga búsqueda en el campo de Gabriel, usando una camiseta blanca hecha a mano con la cara sonriente del niño, hablando con los periodistas entre lágrimas.
Los medios españoles siguieron de cerca el caso desde febrero, cuando Gabriel salió de la casa de su abuela en Las Hortichuelas rumbo a casa de sus primos, iba ir a jugar, pero nunca llegó. Según la prensa, la autopsia reveló que murió de asfixia, quizás estrangulado.
Las alarmas de la Guardia Civil española se dispararon cuando Ana Julia descubrió una camiseta de Gabriel en una zona que ya había sido revisada dos veces.
Las sospechas incrementaron cuando los investigadores le solicitaron el teléfono móvil en dos ocasiones al igual que al resto de personas cercanas al niño, dijo haberlo perdido.
“¡No he sido yo! ¡Yo he cogido el coche esta mañana!”, se escuchó decir a la mujer a los guardias civiles cuando fue detenida el domingo, según muestra un video amateur.
El silencio de Ana Julia se rompió este martes cuando confesó que fue ella quien mató a Gabriel, según fuentes de la investigación entrevistadas por el diario El País.
Sin embargo, publicó el diario, hasta el momento no han trascendido datos fidedignos de su declaración. La Guardia Civil puede mantenerla detenida 72 horas antes de ponerla a disposición judicial.
Pena de muerte
“¡Pena de muerte! ¡Hija de p…!”, se escuchó la noche del domingo frente a la dirección de la Guardia Civil en Almería, donde una multitud mostró su enojo contra la mujer de 43 años, allí detenida.
Los llamados a una justicia dura también se multiplicaban por las redes sociales. Una petición en internet firmada a media jornada del lunes por 158,000 personas reclamaba prisión perpetua contra la mujer, sin que haya sido todavía imputada.
Otra petición, con más de 220,000 rúbricas, instaba a República Dominicana a reclamar su extradición, para evitar que Ana Julia Quezada disfrute de la “comodidad” de las prisiones españolas ni sean los contribuyentes españoles los que costeen su encarcelamiento.
Ante esto, Patricia Ramírez, la madre del niño, hizo un llamado a evitar las “palabras de rabia”.
Comparto con todos los españoles el dolor por la pérdida de Gabriel. Descanse en paz. MR#TodosSomosGabriel
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 11 de marzo de 2018
La clase dirigente española mostró su consternación este lunes, desde el rey Felipe VI, que guardó un minuto de silencio, hasta el presidente de gobierno, Mariano Rajoy, que presentó sus condolencias a la familia.
Prisión permanente revisable
Aunque España es uno de los países con la tasa de homicidios más baja del mundo, el caso reavivó un debate en curso sobre la prisión perpetua, reservada para los crímenes más graves, contra menores o de naturaleza terrorista.
El Partido Popular (derecha) de Rajoy quiere ampliar la llamada prisión permanente revisable a otros crímenes, mientras que la izquierda desearía revocarla.
La pena, desaparecida en 1928 y restablecida en 2015, implica una “revisión” tras 25 o 35 años (según la condena), pero si es negativa, el reo puede permanecer toda su vida en prisión.
“La oposición ha de ser responsable y reflexionar sobre la conveniencia de derogar la prisión permanente revisable”, dijo este lunes el portavoz del PP, Pablo Casado.
El Congreso sostendrá un debate al respecto esta semana, mientras el Tribunal Constitucional estudia un recurso sobre la legalidad de la pena.
El diario conservador La Razón indicó en un editorial que el asesinato de Gabriel configura un caso típico para su aplicación.
Mientras, los investigadores buscan saber si Quezada actuó sola o incluso si es reincidente: en 1996, una niña a la que cuidaba -su hija según algunos medios- murió al caer desde un balcón en Burgos, pero en ese momento la investigación fue archivada sin hallar indicios de criminalidad.
(Con información de AFP)