La primera visita del rey de España Felipe VI a Cataluña desde los sucesos políticos y violentos de octubre reavivó las protestas: cientos de manifestantes repudiaron la presencia del monarca en el World Mobile Congress (WMC), realizado en Barcelona.
Varias horas antes de la llegada de Felipe VI al Palau de la Música para participar en la cena de bienvenida del evento, los manifestantes protestaron con banderas secesionistas, cacerolas, pancartas y silbatos en el centro de ciudad resguardada por los Mossos d’Esquadra.
De acuerdo con El Periódico de Cataluña, las protestas se quedaron lejos de los números de octubre, pero hubo cientos de personas en la plaza Urquinaona y la calle Comtal. Además, se presentaron momentos de tensión entre los manifestantes independentistas y otros que defendían la visita con banderas españolas.
“Libertad”, “Libertad a los presos políticos”, “Borbón, deja espacio para la República” y “liberen a los rehenes”, fueron algunos de las palabras escritas en la protesta independentista.
La protesta también llegó a las altas esferas. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, rompieron con el protocolo al no participar en la recepción oficial al rey, aunque sí asistieron a la cena.
Ambos políticos le reprochan no haber mencionado directamente a los heridos de las cargas policiales ocurridas durante el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre en Cataluña, que los independentistas realizaron pese a la prohibición de la justicia.
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Durante la cena del WMC Felipe VI afirmó que la clave del éxito de la celebración de este evento que se realiza en Barcelona desde el 2006 ha sido la colaboración entre los gobiernos central, catalán y la alcaldía de la ciudad.