
Atlixco, Pue. El municipio de Atlixco dio el banderazo de salida a las Catrinas monumentales creadas por el taller “Valle de Catrinas”, esculturas que viajarán a Nueva York y Colombia para representar a México en las celebraciones del Día de Muertos, llevando consigo el ingenio y la identidad cultural de este Pueblo Mágico.
Durante el acto, la presidenta municipal Ariadna Ayala Camarillo subrayó que el proyecto es una expresión del talento local y del poder transformador del arte comunitario.
“Nuestro objetivo es mandar el mensaje de que México es importante, que tenemos mucho que dar y que la aportación de los mexicanos, dentro y fuera del país, ha sido fundamental para construir comunidad y cultura”, expresó.
Más de 50 artistas locales participaron en la creación de las piezas, que integran herrería, cartonería y pintura en un proceso colaborativo que duró varias semanas. Cada Catrina de gran formato fusiona técnicas tradicionales con diseño contemporáneo, y se convertirá en símbolo del patrimonio cultural inmaterial de Atlixco.
Este año, además de su destino internacional, las obras se exhibirán en espacios nacionales de alto perfil: Casa Aguayo, el Congreso de la Unión, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la ciudad de Guanajuato, como parte de la ruta cultural del Día de Muertos.
El envío de una Catrina a Colombia fue posible gracias a la pertenencia de Atlixco a la Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje impulsada por la UNESCO. Durante el encuentro de 2024 en Bogotá, el municipio firmó un acuerdo para participar en el Festival Cultural Internacional 2025, donde representará oficialmente a México.
En Nueva York, otra escultura será exhibida en un centro cultural que promueve las tradiciones mexicanas entre comunidades migrantes, reforzando la diplomacia cultural a través del arte popular.
La alcaldesa adelantó que el proyecto seguirá expandiéndose, pues ya existen solicitudes para llevar estas obras a Las Vegas, San Francisco, Chicago, Boston, Japón, Brasil y Francia. Sin embargo, enfatizó que la marca “Valle de Catrinas” pertenece al pueblo y debe conservarse como patrimonio cultural, no como producto comercial.
“No se trata solo de enviar figuras, sino de compartir el alma creativa de Atlixco. Cada Catrina es una embajadora del arte, de nuestras tradiciones y del amor por México”, concluyó Ayala Camarillo.
Con cada viaje, Atlixco reafirma su papel como capital viva del arte popular, donde la muerte no se teme, sino que se celebra con colores, música y belleza universal.