

Atlixco, Pue. Bajo el grito sostenido de “No fue suicidio, fue feminicidio”, familiares, amigos y colectivas feministas marcharon por las calles del centro de Atlixco para exigir justicia por la muerte de Joss, una joven que, de acuerdo con sus allegados, era víctima de violencia de pareja y cuya muerte fue catalogada preliminarmente como suicidio.
La manifestación comenzó en el corazón de la ciudad, donde cerca de medio centenar de personas, acompañadas por integrantes de la Red Feminista de Atlixco (RFA), alzaron pancartas, fotografías y consignas que resonaron frente al Palacio Municipal. La protesta, pacífica y ordenada, fue también un llamado a las autoridades para evitar que el caso quede en impunidad.

Entre la multitud, Alexis Barojas, hermano de Joss, tomó el megáfono con voz firme pero herida. Reiteró que la familia no acepta la versión oficial. “Mi hermana vivía violencia. Esto no puede ser considerado un suicidio sin investigar a fondo”, expresó.
De acuerdo con el relato de la familia, el principal sospechoso es la pareja de la joven, quien habría estado presente la noche de su muerte. El hombre permanece en libertad y se desconoce su paradero, lo que ha encendido aún más la exigencia de justicia entre los manifestantes.
Barojas pidió a la Fiscalía General del Estado (FGE) acelerar las indagatorias y tipificar la muerte como feminicidio, una demanda que, aseguran, no solo responde a su dolor, sino al deber de evidenciar un patrón de violencia que atraviesa a decenas de mujeres en la región.

La protesta también estuvo acompañada por la voz de Guisela López, integrante de la RFA, quien señaló irregularidades en el manejo inicial del caso: falta de carpeta de investigación activa, ausencia de necropsia en tiempo y forma y poca claridad en el resguardo del lugar donde ocurrieron los hechos.
“Lo que pedimos es simple: que se investigue con perspectiva de género. Las víctimas de violencia no están solas en Atlixco. La Red está para acompañarlas a ellas y a sus familias cuando así lo soliciten”, afirmó López, mientras el contingente se reorganizaba para continuar su marcha.

La movilización avanzó rumbo a Casa Carmen Serdán, sede del Sistema DIF Municipal, un espacio simbólico para quienes buscan que el Estado mire de frente las violencias que cruzan los hogares. Ahí, la familia dejó claro que este es apenas el inicio de una serie de acciones públicas.
La versión inicial del caso —que Joss se habría arrojado del balcón luego de una discusión con su pareja, quien asegura que dormía en la sala— fue rechazada por sus familiares desde el primer momento.
