Hablar y abordar el duelo es delicado y, muchas veces, incómodo. El tema se vuelve más complejo cuando se trata de la muerte de un animal de compañía, pues es habitual que se minimice el dolor que provoca perder a un compañero de vida.
Sin embargo, por más incómodo que resulte, considerar la muerte y la despedida digna y respetuosa de una mascota con la misma seriedad con la que se abordaría el fallecimiento de un ser humano es parte de una tenencia responsable y una muestra de afecto.
Adrián Rodríguez-Granada Madrid, gerente general de Pets in the Sky, agencia funeraria para animalitos, detalla que el concepto de despedida digna inicia desde el momento en que se toma la decisión de hacer una disposición correcta del cuerpo de la mascota.
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En este sentido, durante los últimos años ha habido una mayor sensibilización ante la vida de otras especies. Por consiguiente, se ha reducido la cantidad de personas que desechan a la basura o en terrenos baldíos los restos de sus mascotas o que optan por enterrarlos a ras de piso en el patio.
“Todas estas prácticas donde las mascotas eran solo un animal que quizá vivía en el techo o en el patio de la casa hoy han migrado a una educación mucho más amplia donde tenemos que darles un trato digno”, detalla Rodríguez-Granada. “Y precisamente la despedida digna es cómo le doy un adiós digno y cómo hago disposición del cuerpo de mi mascota con el amor y con todo el cariño que nos entregó de manera incondicional”.
FUNERALES Y DESPEDIDA DIGNA PARA TU MASCOTA
Esta despedida digna comprende el proceso funerario, el cual es muy similar al de los humanos, pero se realiza en un periodo más corto. Dentro de los procedimientos estándares se contempla la recolección del cuerpo en el domicilio o en donde se indique.
En este paso, es fundamental que los encargados traten el cuerpo del animalito con mucho respeto, cuidado y dignidad. Posteriormente, en las instalaciones, los cuidadores y la familia tienen la oportunidad de llevar a cabo el ritual de despedida que la familia considere oportuno y necesario.
Acerca del peso emocional que tienen estos rituales y todo el proceso de transitar el duelo, Rodríguez-Granada resalta la importancia de reconocer que, para muchas personas, los animales de compañía son su núcleo familiar más cercano: “Son quienes se mantienen cerca todos los días y esperan en mi casa diariamente, por lo que enfrentar la muerte de un compañero así no debe minimizarse.
“Es bien importante que cuando perdemos una mascota, si vemos que esto nos está sobrepasando, si nos está afectando demasiado, acudamos a profesionales. Y, sobre todo, invitar a la gente en general a que nunca minimicemos las emociones de alguien que perdió una mascota”.
Comentarios como “no estés triste, solo era un perro” o “solo era un conejo” son perjudiciales, pues, enfatiza el experto, los animales no “solo son”, sino que tienen nombre, son compañeros de vida, forman parte de las rutinas de los cuidadores, son parte de las familias e incluso brindan apoyo emocional sin saberlo.
VIVIR Y EXPRESAR TODAS LAS EMOCIONES
“Minimizarlo es invalidar las emociones de quien tiene una mascota y la acaba de perder. Es un proceso duro y difícil porque, al final del día, son parte de este núcleo y tenemos que darle importancia y no minimizarlo. Y a quienes perdieron una mascota, decirles que no se sientan mal por demostrar estas emociones”.
Además, señala, es importante vivir, expresar y explorar todas las emociones que trae consigo la pérdida de una mascota, pero nunca minimizarlas ni encerrarlas, pues eso a la larga genera un conflicto emocional.
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“Si vemos que nos está sobrepasando, que mi mascota falleció a lo mejor hace seis meses, un año y yo sigo ciclado en esta emoción de tristeza, de depresión, de ansiedad o de vacío, entonces busquemos una solución. Y es muy importante también que no tengamos otra mascota si aún no estamos preparados. Hay que vivir el proceso y sanar para después decidir si estoy listo o lista para tener una mascota más en mi núcleo familiar”.
Esta confrontación de la pérdida inicia y puede comenzar a validarse durante el ritual de despedida, en el que el cuerpo de la mascota está presente y ha recibido un tratamiento previo para que parezca dormida y luzca lo más agradable posible, de modo que su familia la recuerde como era en vida.
LA RELEVANCIA DE LA CREMACIÓN
Una vez que la despedida se realiza, viene el proceso de cremación. En varias funerarias las salas del último adiós están diseñadas de modo que los cuidadores puedan ver el ingreso de la mascota al horno crematorio y se aseguren de que es su animal de compañía el que ingresa a cremación.
Esta confirmación es importante, pues al ser una industria relativamente novedosa, las regulaciones todavía están en desarrollo, lo que permite una laguna de anomalías en beneficio de crematorios clandestinos.
Por último, una parte simbólica e igual de importante es la elección de la urna, que puede ser un portarretratos, dijes, pulseras, relicarios, estructuras con formas diversas o urnas con galerías de fotografías.
Además de la importancia emocional que tiene despedir dignamente a un animal de compañía, Rodríguez-Granada resalta los beneficios de un correcto tratamiento en los restos para la sanidad y el medioambiente.
Cuando, por ejemplo, se entierra a un animal en el patio o jardín y no se realiza una excavación lo suficientemente profunda, es posible que los restos de la mascota sean desenterrados por otros animales, lo que no solo es duro de ver, sino que también representa un problema de salud pública.
“Las mascotas pueden transmitir enfermedades, si es que murieron de una enfermedad zoonótica que se puede transmitir a los humanos. Pueden generar fauna nociva, ratas, moscas, cucarachas. Nos hace mucha falta educación en cuestión de salud pública y de cuidar nuestro medioambiente”.
PREVENIRSE FRENTE A LO INEVITABLE
En este sentido, actualmente sí hay algunas regulaciones mexicanas a seguir para brindar servicios funerarios en general y para mascotas, las cuales, detalla nuestro entrevistado, incluyen una verificación anual en donde se estudian las emisiones contaminantes de los hornos crematorios.
Por último, es importante hablar de los planes de previsión que, como lo dice su nombre, son paquetes funerarios contratados previo al fallecimiento de la mascota, de modo que, cuando llegue el momento de decir adiós, la familia tenga todo resuelto.
Rodríguez-Granada señala que contratar este tipo de servicios en cuanto la mascota llega a casa sería lo ideal, pues nadie tiene conocimiento de cuánto tiempo puede vivir su mascota. Además, detalla que este tipo de previsiones ofrecer más tranquilidad a los cuidadores de saber que, si llega el momento, este servicio está cubierto, lo que permite que las familias se enfoquen en sus emociones y sentimientos sin preocuparse por la contratación o pago al momento.
“Hay que ser previsores. Esto también es una cultura que está cambiando en nuestro país, pero tenemos todavía mucho camino por recorrer en esta cuestión de la previsión y de la prevención cuando hablamos también de medicina”, concluye. N