La fortuna de Taylor Swift está a punto de crecer aún más, ahora que la cantante pop es oficialmente propietaria de todo su catálogo musical, incluidos los derechos de los primeros seis álbumes que lanzó al inicio de su carrera. Así lo confirmó la propia artista a través de una carta publicada en su sitio web el pasado 30 de mayo, en la que anunció la recompra de las grabaciones originales de Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation.
La noticia representa el cierre de una batalla que comenzó en 2019, cuando el productor Scooter Braun adquirió Big Machine Records —sello con el que Swift inició su carrera— a través de Ithaca Holdings, obteniendo así los derechos de sus primeras obras. Posteriormente, Braun vendió los másters a Shamrock Holdings, lo que motivó a Swift a lanzar versiones regrabadas de sus discos bajo el distintivo de Taylor’s Version.
Ahora, además de las grabaciones originales, Swift posee los derechos de sus videoclips, portadas de discos, fotografías, canciones inéditas y películas de sus conciertos, lo que le otorga un control sin precedentes sobre su obra artística.
“Decir que este es el sueño más grande de mi vida hecho realidad es quedarme corta”, escribió Swift. “Siempre quise tener la oportunidad de trabajar lo suficiente para poder comprar mi música, sin condiciones, sin socios, con total autonomía”.
¿CUÁNTO VALE AHORA TAYLOR SWIFT?
De acuerdo con Forbes, Taylor Swift alcanzó el estatus de multimillonaria en octubre de 2023, con un patrimonio neto estimado en 1,600 millones de dólares. Una parte importante de sus ingresos proviene de regalías musicales y de sus giras, siendo la más reciente The Eras Tour, que se convirtió en la gira más taquillera de la historia con aproximadamente 2,000 millones de dólares recaudados entre marzo de 2023 y diciembre de 2024.
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Según Billboard, Swift pagó alrededor de 360 millones de dólares por los derechos de sus seis primeros álbumes. A pesar del elevado costo, los expertos aseguran que su inversión no solo se recuperará, sino que multiplicará sus ingresos.
“Ser la dueña de esos másters mejorará sin duda su ingreso neto”, explicó a Newsweek Larry Miller, profesor de la Universidad de Nueva York y director del Programa de Negocios Musicales. “Durante la propiedad de Braun y Shamrock, Taylor rechazó licencias para películas y televisión. Ahora que es la dueña, esos másters podrán generar ingresos durante toda su vida y más allá”.
UN IMPERIO CREATIVO SIN PRECEDENTES
Taylor Swift no solo es una artista con millones de fans leales, sino también una estratega empresarial. Según Drew Nobile, profesor de la Universidad de Oregón, solo su catálogo musical genera más de 100 millones de dólares anuales por concepto de reproducciones en plataformas digitales. Con la recuperación de sus másters, este ingreso se incrementará.
“Muchos fans evitaban las grabaciones originales como forma de protesta. Ahora, sabiendo que Swift es la dueña, podrían volver a escucharlas libremente, aumentando así su valor”, señaló Nobile.
Tatiana Cirisano, vicepresidenta de estrategia musical en MIDiA Research, añadió que esta adquisición “abre nuevas fuentes de ingresos para Taylor. Su participación directa en licencias para películas, videojuegos u otros proyectos será más flexible que nunca”.
Incluso podría ya estar recuperando parte de la inversión, según los analistas, gracias al aumento inmediato en las reproducciones tras el anuncio. “Cualquier noticia relacionada con Swift mueve dinero. Es una fuerza económica por sí sola”, afirmó Nobile.
MÁS QUE DINERO: LEGADO Y CONTROL ARTÍSTICO
Aunque el aspecto económico es relevante, varios expertos coinciden en que lo más significativo de esta adquisición es su impacto simbólico y artístico.
“Swift siempre ha jugado a largo plazo, consciente de que cada decisión empresarial es observada por fans, medios e industria. Este movimiento es tanto sobre legado como sobre riqueza”, dijo Joe Bennett, musicólogo forense del Berklee College of Music.
Jocelyn Neal, profesora de música en la Universidad de Carolina del Norte, fue aún más enfática: “Para Swift y sus seguidores, lo importante es el principio de ser dueña de su propio arte. Siempre ha hablado de su música como fruto de su esfuerzo personal, y este momento representa una victoria moral que vale más para su marca que cualquier ganancia financiera”.
Además, Cirisano apuntó que es poco común que los derechos de nombre, imagen y música de una artista estén bajo una misma propiedad.
“Eso le da a Swift un control inédito. No me sorprendería que algún día veamos hasta un parque temático de Taylor Swift”, dijo.
En definitiva, con esta jugada maestra, Taylor Swift consolida su imperio artístico, financiero y cultural, marcando un antes y un después en la relación entre artistas y sellos discográficos en la era digital. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)