El pasado miércoles, un grupo de 37 personas migrantes —originarias de México, Guatemala, Honduras y Ecuador— fue interceptado por autoridades mexicanas en pleno desierto, en el ejido Jerónimo, cerca de la frontera entre Ciudad Juárez y Santa Teresa, Nuevo México. El operativo, coordinado por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), se activó tras una alerta de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), y culminó con la detención de 11 presuntos traficantes de personas.
Más allá del operativo, lo que revelaron las autoridades fue la magnitud del negocio ilegal que explotan las organizaciones delictivas transnacionales (ODT): las 37 personas interceptadas representaban una ganancia superior a los 178,000 dólares (más de 3.3 millones de pesos) para estas redes criminales, que han convertido la necesidad humana en una industria sumamente lucrativa, según un reporte de El Diario de Juárez.
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TARIFAS POR CRUZAR: DESDE 75,000 HASTA 450,000 PESOS
De acuerdo con el personal de la SSPE, los migrantes habían pagado —o tenían previsto pagar al llegar a Estados Unidos— entre 4 mil y 24 mil dólares por persona, dependiendo de su nacionalidad, ciudad de origen y destino final. A tipo de cambio vigente (18.92 pesos por dólar), las tarifas equivalen a:
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4,000 dólares→ 75,680 pesos
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10,000 dólares → 189,200 pesos
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24,000 dólares → 454,080 pesos
Estas cifras superan incluso los precios que las mismas redes del “coyotaje” publicitan en redes sociales, donde los cruces ilegales se ofrecen desde 1,500 hasta 10,000 dólares, con rutas que incluyen el desierto, los puentes internacionales e incluso túneles fronterizos, dependiendo del perfil del cliente y el nivel de riesgo.
El grupo detenido estaba dividido en dos contingentes de 15 y 22 personas, compuesto por 34 adultos (entre 21 y 65 años) y tres niños (de entre 4 y 7 años). La mayoría —28 de ellos— eran mexicanos, incluyendo a los tres menores. También se identificaron siete guatemaltecos, un hondureño y un ecuatoriano.
EL NEGOCIO CRIMINAL DETRÁS DE LA MIGRACIÓN
El cruce irregular de migrantes por el área de Ciudad Juárez y El Paso sigue siendo un negocio millonario para las redes criminales. Según datos de la CBP, el costo promedio por persona oscila entre 6 mil y 15 mil dólares, dependiendo del destino dentro de Estados Unidos. Sin embargo, migrantes ecuatorianos entrevistados por El Diario han reportado pagos de hasta 20 mil dólares.
Factores como el método de cruce (desierto, muro, o puntos de entrada legales), si se contrata desde el país de origen o ya en Juárez, y la ciudad de destino (El Paso, Albuquerque, Phoenix, entre otras) determinan las tarifas.
La detención de los 11 hombres presuntamente vinculados al tráfico de personas se suma a las acciones coordinadas por las autoridades de México y Estados Unidos para frenar este delito. No obstante, el flujo de migrantes sigue siendo constante, a pesar de los altos riesgos y los precios desorbitados.
CRUCES DESCIENDEN EN EL SECTOR EL PASO
Pese a lo lucrativo del negocio, las cifras oficiales apuntan a una drástica disminución en el número de migrantes irregulares detectados en la frontera sur. De acuerdo con estadísticas de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP), en los primeros siete meses del año fiscal 2025 (octubre de 2024 a abril de 2025), se registraron 39,677 detenciones en el Sector El Paso, que comprende desde el oeste de Texas hasta el sur de Nuevo México. La cifra representa una reducción del 78% respecto al mismo periodo del año fiscal anterior, cuando se contabilizaron 180,734 detenciones.
En abril pasado, se detuvieron 1,477 migrantes irregulares en ese mismo sector, lo que representa una caída del 93.55% respecto a los 30,397 detenidos en abril de 2024. Aún no se ha publicado la cifra oficial de mayo, pero el promedio diario de detenciones es de 70 personas a lo largo de los 432 kilómetros de frontera que abarca esta zona.
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MIGRACIÓN Y CRIMEN: UN VÍNCULO ESTRUCTURAL
Lo sucedido en el desierto de Jerónimo confirma que la migración irregular no es solo una crisis humanitaria, sino también un fenómeno criminal estructurado, con tarifas estandarizadas, rutas especializadas y presencia digital para captar clientes.
Mientras las condiciones económicas y sociales sigan empujando a miles de personas a abandonar sus países, y mientras existan redes organizadas que ofrezcan estos servicios al margen de la ley, el cruce ilegal seguirá siendo un negocio multimillonario. Lo que ocurrió esta semana en Ciudad Juárez es solo una fracción del sistema complejo que hoy opera en toda la frontera norte de México. N
