Nubes de polvo compuestas por diminutas partículas de arena, capaces incluso de provocar lluvias de hierro, envuelven un planeta gigante que gira en torno a una estrella joven parecida al Sol, situada a tan solo 310 años luz de la Tierra. Así lo reveló el telescopio espacial James Webb.
Este hallazgo fue realizado por un equipo internacional de astrónomos, encabezado por el Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (STScI), con sede en Baltimore, Maryland.
Los científicos también lograron observar directamente otro enorme exoplaneta en el entorno de esta estrella, conocida como “YSES-1”. Alrededor de este mundo, detectaron un posible disco circumplanetario que podría dar origen a múltiples lunas.
“El estudio demuestra el extraordinario potencial del telescopio James Webb para analizar las atmósferas de exoplanetas”, señaló en un comunicado Evert Nasedkin, astrónomo del Trinity College de Dublín y autor principal del trabajo.
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Al usar el espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec) del telescopio Webb, el equipo pudo capturar los dos planetas (que son varias veces más grandes que Júpiter y orbitan lejos de su estrella anfitriona) en una sola exposición. Esto ha proporcionado lo que el autor principal y físico del STScI, Kielan Hoch, llama “el conjunto de datos más detallado de un sistema multiplanetario hasta la fecha”.
“Los exoplanetas fotografiados directamente (planetas fuera de nuestro sistema solar) son los únicos de los que realmente podemos tomar capturas.Estos exoplanetas suelen ser aún lo suficientemente jóvenes como para mantener la temperatura desde su formación, y es precisamente este calor, visible en el infrarrojo térmico, el que observamos los astrónomos”, dijo.
¿LA LLUVIA METÁLICA DE UN PLANETA GIGANTE ESTÁ LIGADA A SU JUVENTUD?
Al registrar la luz proveniente de los dos exoplanetas, el equipo pudo desentrañar las señales que revelan la composición química de las atmósferas de los gigantes gaseosos
“Cuando observamos al compañero más pequeño y más lejano, conocido como YSES-1c, encontramos la señal reveladora de nubes de silicato en el infrarrojo medio. Compuesto esencialmente de partículas similares a la arena, esta es la característica de absorción de silicato más fuerte observada hasta ahora en un exoplaneta”, apuntó Nasedkin.
El análisis del equipo también indicó que las nubes contienen hierro, que puede caer desde las alturas al planeta en forma de lluvia. En palabras de los especialistas, eso está relacionado con la relativa juventud de los planetas; los planetas más jóvenes tienen un radio ligeramente mayor, y esta atmósfera extendida puede permitir que la nube absorba más luz emitida por el planeta.
“Los planetas del sistema YSES-1 también están demasiado separados como para ser explicados mediante las teorías de formación actuales, por lo que los descubrimientos adicionales de nubes de silicato distintivas alrededor de YSES-1c y de pequeño material polvoriento caliente alrededor de YSES-1b conducen a más misterios y complejidades para determinar cómo se forman y evolucionan los planetas”, concluyó Hoch. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)