Un nuevo tratamiento reduce casi a la mitad el riesgo de progresión o de muerte en algunos tipos de cáncer de mama para los que no hubo avances farmacológicos importantes en más de una década, informó este lunes 2 de junio un grupo de investigadores.
Los resultados del estudio, presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society for Clinical Oncology), se someterán a los organismos reguladores.
Los científicos confían en contar pronto con una nueva terapia para las personas con cáncer de mama metastásico HER2-positivo, un tipo agresivo que representa entre 15 y 20 por ciento de todos los casos de la enfermedad.
Los cánceres HER2-positivos se alimentan de un gen HER2 hiperactivo, que produce demasiada cantidad de una proteína que ayuda a las células cancerosas a crecer y propagarse. Las pacientes con cáncer de mama HER2-positivo que se ha extendido a otras partes del cuerpo viven un promedio de cinco años.
“Para nosotros fue impresionante ver una mejora tan considerable al casi duplicar el tiempo durante el que las pacientes podían tener su cáncer bajo control”, declaró la oncóloga Sara Tolaney, jefa de la división de oncología mamaria del Instituto Oncológico Dana-Farber.
El tratamiento estándar actual, conocido como THP, combina la quimioterapia con dos anticuerpos que bloquean las señales de crecimiento de la proteína HER2. El nuevo enfoque utiliza otro medicamento (T-DXd), un anticuerpo combinado con quimioterapia.
CÁNCER DE MAMA: UNA “BOMBA INTELIGENTE” CONTRA ESTA ENFERMEDAD
Esta estrategia de “bomba inteligente” permite que el fármaco se dirija directamente a las células cancerosas.
“Se une a la célula cancerosa y descarga toda la quimio directamente en ella. Algunos las llaman bombas inteligentes porque administran la quimio de forma selectiva, y por eso creo que podemos aumentar tanto la eficacia”, explica Tolaney.
Los efectos secundarios más frecuentes son náuseas, diarrea y una caída de glóbulos blancos. Algunas veces también provoca cicatrices pulmonares.
T-DXd ya está aprobado como segunda opción, para cuando los tratamientos de primera línea dejan de funcionar. Pero en el nuevo ensayo se administró antes, junto con otro anticuerpo, el pertuzumab.
En un ensayo dirigido por Tolaney se asignó aleatoriamente a aproximadamente 400 pacientes T-DXd en combinación con pertuzumab, lo que se cree que potencia sus efectos. Un número similar recibió el tratamiento estándar de THP. De igual manera, se incluyó un tercer grupo, que recibió T-DXd sin pertuzumab, pero aún no se han comunicado los resultados.
En un seguimiento de 2.5 años, la combinación de T-DXd y pertuzumab redujo el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en un 44 por ciento, en contraste con el tratamiento estándar.
Un 15 por ciento de las pacientes del grupo de T-DXd vieron desaparecer el cáncer por completo, frente al 8.5 por ciento del de THP. Además, en la mitad de las pacientes el cáncer reapareció o empeoró al cabo de 40.7 meses en promedio, frente a los 26.9 meses con el tratamiento estándar. Los expertos creen que esta diferencia puede agrandarse aún más. N
(Con información de agencias)