Una mancha en la piel. Un lunar que cambia de forma. Un pequeño picor que pasa inadvertido. Así, sin ruido, puede comenzar el melanoma, el tipo más agresivo de cáncer de piel. Cada año, miles de personas en el mundo reciben este diagnóstico, muchas veces tarde, cuando las opciones de tratamiento ya son muy limitadas.
El melanoma no discrimina. Aunque suele asociarse con personas de piel clara y a la exposición solar intensa, puede afectar a cualquiera, incluso en zonas del cuerpo que rara vez ven la luz del sol. La buena noticia: detectado a tiempo tiene una tasa de curación superior a 90 por ciento. La mala: pocos saben cómo identificarlo.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de piel es el más frecuente de todos los tipos de cáncer. Y, entre ellos, el melanoma es el más letal. En países con climas soleados, como Australia, el índice de casos ha alcanzado niveles epidémicos. Pero su avance también se hace notar en América Latina, Europa y Estados Unidos.
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El sol, aunque es esencial para la vida, se ha convertido en un arma de doble filo. La exposición prolongada, especialmente sin protección, multiplica el riesgo. Las camas de bronceado, muy populares en algunos sectores, también figuran como una de las principales causas de melanoma en adultos jóvenes.
Los expertos coinciden en que la lucha contra el cáncer de piel empieza con información. Revisar la piel, usar protector solar, evitar las quemaduras y consultar ante cualquier cambio son pasos simples, pero muy importantes.
En ese sentido, los dermatólogos insisten en la regla del ABCDE para detectar lunares sospechosos: Asimetría, Bordes irregulares, Color desigual, Diámetro mayor a 6 mm y Evolución o cambios visibles. A ello se suma una recomendación contundente: visitar al dermatólogo al menos una vez al año.
La exposición prolongada a la radiación ultravioleta (UV) está vinculada con el envejecimiento prematuro y la aparición de manchas, y se puede considerar una de las principales causas del cáncer de piel. Aunque el melanoma es menos común que algunos otros tipos de cáncer de piel, es considerado uno de lo más agresivos. Se origina a partir de los melanocitos, las células que producen el pigmento que da color a la piel. Este cáncer tiene una relación directa con la exposición al sol.
EL ABCDE QUE AYUDA A PREVENIR EL CÁNCER DE PIEL
Según la Sociedad Americana Contra El Cáncer, cualquier lunar, llaga, protuberancia, imperfección, marca o cambio inusual en el aspecto o la sensación de un área de la piel podría ser una señal de melanoma u otro tipo de cáncer de piel, así como una advertencia de que puede producirse.
La señal más importante para una detección temprana del melanoma es la aparición de algún lunar nuevo en la piel o el cambio de tamaño, forma o color de uno ya existente. Otra señal importante es algún lunar que luzca distinto a los otros (conocido como el signo del patito feo).
El ABCDE del melanoma es un método que ayuda a identificar señales habituales de la presencia de este cáncer. Se recomienda notificar a un médico en caso de observar lunares con las siguientes características:
Asimetría: una mitad del lunar es diferente a la otra mitad.
Borde: lunares con bordes irregulares, ondulados o mal definidos.
Color: diferentes tonos de marrón y negro, a veces blanco, rojo o azul.
Diámetro: generalmente miden más de 6 mm.
Evolución: un lunar que se ve diferente al resto.
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Aunque este método es una herramienta poderosa para la detección temprana de este cáncer, algunos melanomas no presentan dichas características, por lo que la asistencia médica sobre cualquier cambio en la piel o nuevo lunar es vital.
Otras señales de advertencia son: una llaga o ulceración que no sane; propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante; enrojecimiento o una nueva hinchazón más allá del borde del lunar; cambio en la sensación (comezón, dolor a la palpación o dolor); cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de una protuberancia o nódulo).
En algunas ocasiones es difícil distinguir la diferencia entre un melanoma y un lunar ordinario, incluso para los médicos. Por lo tanto, resulta importante mostrar a los especialistas cualquier lunar que resulte dudoso.
Además, es importante recalcar el autoexamen de la piel como un método de prevención y detección temprana del cáncer de piel. Muchos médicos recomiendan hacerlo una vez al mes, en una habitación donde haya mucha luz y frente a un espejo de cuerpo entero. N