El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro está siendo sometido este domingo 13 de abril a una cirugía intestinal en Brasilia, tras ser hospitalizado en Natal por fuertes dolores vinculados a un ataque con arma blanca en 2018.
Bolsonaro, de 70 años, “está siendo sometido a una laparotomía (un procedimiento quirúrgico que implica abrir el abdomen del paciente) para tratar adherencias intestinales y reconstruir la pared abdominal”, indicó el hospital DF Star de la capital brasileña en un comunicado.
La operación comenzó en la mañana y no debería concluir antes de las 18:00 horas locales, según una fuente de la clínica privada de lujo. Un pequeño grupo de una decena de partidarios del exlíder de extrema derecha (2019-2022) esperaba noticias frente a la entrada del hospital.
Entre ellos estaba Maurilio Borges Bernardes, de 84 años, quien, con un crucifijo colgando del cuello, acudió a ofrecerle su “apoyo moral y espiritual”.
“Saldrá adelante, estoy seguro”, afirmó el empresario, vestido con una camiseta amarilla y verde, los colores de Brasil, y una gorra en la que había pegado una imagen de Bolsonaro.
El expresidente llegó a Brasilia la noche del sábado a bordo de un avión medicalizado procedente de Natal, donde sufrió fuertes dolores abdominales al inicio de una gira destinada a movilizar a sus partidarios en el estado de Río Grande del Norte.
Esta gira por el nordeste de Brasil, una región pobre y bastión histórico de la izquierda, se realizaba dos semanas después de que la Corte Suprema decidiera abrir juicio contra Bolsonaro acusado una trama golpista.
EL ATAQUE A BOLSONARO EN 2018: “DESPUÉS DE EXPERIMENTAR TANTOS EPISODIOS SIMILARES, ME HE ACOSTUMBRADO AL DOLOR”
Hasta el sábado, la decisión de operar a Bolsonaro aún no estaba tomada, aunque él mismo había juzgado “probable” que esa opción fuera la preferida.
“Exámenes posteriores revelaron la persistencia de la obstrucción intestinal a pesar del tratamiento clínico inicial, por lo que los equipos médicos optaron conjuntamente por la cirugía”, detalló el hospital en su comunicado de prensa.
Bolsonaro fue apuñalado en medio de una multitud durante la campaña presidencial de 2018. Un mes y medio después ganó las presidenciales, pero a consecuencia del ataque ha tenido que pasar varias veces por el quirófano.
El sábado publicó en redes sociales que su médico le había dicho que “esta es la situación más grave” desde el ataque que casi le cuesta la vida en 2018.
“Después de experimentar tantos episodios similares en los últimos años, me he acostumbrado al dolor. Pero esta vez, incluso los médicos se sorprendieron”, añadió.
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SE AFERRA A UN NUEVO MANDATO
El viernes el líder ultraderechista sintió un “dolor insoportable”, según Rogerio Marinho, senador de su partido que lo acompañó al inicio de su gira política por Río Grande del Norte.
Bolsonaro es acusado por la fiscalía de Brasil de haber tramado un complot, en el que estaban involucrados colaboradores cercanos, entre ellos exministros y altos oficiales militares, para permanecer en el poder después de las elecciones de 2022, que perdió en segunda vuelta ante su archirrival, Luiz Inácio Lula da Silva, el actual presidente de izquierda.
Declarado inelegible hasta 2030 por sus ataques no probados a la confiabilidad del sistema de votación electrónica de Brasil, Bolsonaro se aferra aún a la posibilidad de que esta condena sea revocada o reducida, para poder postularse a la presidencia en 2026.
Lula, de 79 años, no ha definido aún si será candidato a la reelección. Su popularidad ha caído, lastrada por la inflación, y últimamente ha experimentado problemas de salud.
En diciembre el mandatario progresista debió ser sometido a una cirugía de emergencia para extirparle un hematoma causado por un sangrado cerca del cerebro después de una caída. N
(Con información de AFP)
