La viabilidad energética de México pasa por la generación de cuando menos 20,000 megavatios (MW) adicionales para el año 2030. Este es el mayor reto para la presente administración y la reciente reforma en la materia representa la gran apuesta para atraer la inversión suficiente que haga posible una meta semejante. La idea central es que las nuevas disposiciones sean sumamente atractivas para potenciar la infraestructura destinada, sobre todo, en el sector eléctrico.
No hay dinero suficiente en el presupuesto público para alcanzar estos objetivos. La generación de electricidad implica inversiones multimillonarias, por lo que resulta indispensable contar con la participación de la iniciativa privada nacional y extranjera para lograrlo. En la industria eléctrica, además —a diferencia de los hidrocarburos—, se abren diversas posibilidades creativas para encontrar modelos de coinversión mixta (Estado/empresa) que resulten interesantes para incentivar la aportación de los recursos económicos requeridos y la proyección de los retornos correspondientes en el mediano y largo plazo.
La presidenta Claudia Sheinbaum es una experta en energías sustentables. Realizó sus estudios de doctorado en el Laboratorio Nacional Lawrence de la Universidad de California en Berkeley, en Estados Unidos, especializado precisamente en temas energéticos. En este contexto, la reestructuración completa del sector se ha convertido en su principal eje de gobierno.
Esta administración estará enfocada principalmente en impulsar políticas públicas en materia energética. La composición de su gabinete al respecto es otra señal significativa. Luz Elena González, designada secretaria de Energía y su más eficiente colaboradora desde el Gobierno de la Ciudad de México, es quien ahora está encargada de ejecutar las políticas diseñadas por la mandataria.
VIABILIDAD ENERGÉTICA EN MÉXICO: “SI NO CONTAMOS CON LA ENERGÍA SUFICIENTE, NINGÚN CORPORATIVO CONSIDERARÁ ESTABLECERSE EN NUESTRO PAÍS”
También fueron relevantes los nombramientos en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad, donde se optó —por primera vez en muchos años— por perfiles técnicos y no políticos. Ello, aunado a la nueva directriz y mandato legal de sectorizar dichas instituciones a la Secretaría del ramo como entidades paraestatales (modificando la naturaleza jurídica previa de Empresas Productivas del Estado).
La tarea por parte del actual gobierno está hecha. Es decir, se promovió una nueva política pública (Estrategia Nacional del Sector Eléctrico) y se llevaron a cabo las reformas legales correspondientes; se definieron nombramientos que reflejan congruencia; y se verticalizó la toma de decisiones para alinear de forma contundente la ejecución de las instrucciones correspondientes.
En este escenario, el impulso al sector eléctrico resulta transversal. No hay industria que se salve de ser impactada ante una posible falta de energía. Dada la confrontación comercial entre Estados Unidos y China, el reto para México en materia de atracción de inversiones y captación de la relocalización de empresas a nuestro país (nearshoring), pasa por tener la posibilidad (o no) de poder prender las fábricas. En otras palabras, si no contamos con la energía suficiente, ningún corporativo considerará con seriedad establecerse en nuestro país.
LA ENERGÍA ES MÁS QUE INDISPENSABLE
En ese mismo sentido, hoy las plantas de manufactura se nutren cada vez más de sistemas digitales muy complejos, lo que hace que —para ser más eficientes— los nuevos parques industriales deban contar con centros de datos potentes que les permitan a las empresas instaladas desarrollar plenamente sus líneas de producción. Estos centros son per se enormes consumidores de energía, pues deben mantener la temperatura adecuada que requieren los procesadores digitales. La generación de energía, así, no solo es indispensable para atraer inversión en todos los ramos económicos, sino para garantizar que la infraestructura establecida sea funcional y viable tecnológicamente.
Por otro lado, estamos ante un contexto internacional de competencia tecnológica. Esa es, sin lugar a dudas, la nueva carrera por el control y la hegemonía global disputada ahora entre China y nuestros vecinos del norte. Al respecto, resulta indispensable destacar que el insumo principal de la inteligencia artificial, el procesamiento de datos, y de otros avances tecnológicos es precisamente la energía. Es decir, la transversalidad de las fuentes energéticas pasan también ahora por ser el commodity primario y esencial en las batallas que se libran en el Siglo XXI.
Por eso la demanda mundial para acceder a la infraestructura necesaria que permita generar cantidades considerables de energía es inmensa. Hoy las grandes empresas del sector que proveen estas herramientas están rebasadas (General Electric, Mitsubishi, Siemens, entre otras). Los tiempos de espera sobre los pedidos de las turbinas y componentes necesarios para activar las plantas de ciclos combinados (termoeléctricas) es de por lo menos dos años.
EL ENGRANAJE ENERGÉTICO DE AMÉRICA DEL NORTE
Estamos ante una realidad que obliga al Estado mexicano a materializar lo establecido en el Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional, a través de otorgar las garantías suficientes a este tipo de proveedores; y al mismo tiempo, obtener la confianza suficiente para hacer posibles las coinversiones de carácter mixto con la iniciativa privada, que a su vez, se deberá hacer responsable de dichas adquisiciones en los distintos proyectos de generación eléctrica que se pongan en marcha.
En términos geoestratégicos y políticos, México juega un papel indispensable en el engranaje energético de América del Norte, es decir de la viabilidad energética. Así, a los temas tradicionales en la conversación con Estados Unidos (comercio, migración y seguridad) hoy se debe sumar al sector energético como un asunto clave y componente fundamental en el eje de la relación bilateral. N
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Gemi José González es doctor en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.