La deforestación en el Amazonas está alterando el ciclo de lluvias en la región, provocando más precipitaciones en la temporada húmeda y menos lluvias en la temporada seca, según un estudio reciente publicado en la revista Nature. Este hallazgo subraya el papel crucial de la selva tropical en la regulación del clima, tanto a nivel regional como global.
LA AMAZONIA: UN REGULADOR ESENCIAL DEL CLIMA
La pérdida de árboles en el Amazonas, impulsada por la agricultura no sostenible, la minería y la tala ilegal, está debilitando la capacidad de la selva para absorber dióxido de carbono (CO₂), un factor clave en el calentamiento global.
Investigaciones previas ya habían demostrado que la reducción de la vegetación disminuye la cantidad de agua que es liberada a la atmósfera, lo que genera condiciones más secas. Sin embargo, la nueva investigación, basada en datos satelitales y simulaciones climáticas entre 2000 y 2020, revela que el impacto de la deforestación varía según la estación del año.
- En la temporada húmeda (diciembre-febrero), las precipitaciones aumentan sobre áreas deforestadas, lo que podría generar inundaciones y afectar la agricultura regional.
- En la temporada seca (junio-agosto), las lluvias disminuyen en una zona más amplia, perjudicando la vegetación y los cultivos, lo que intensifica sequías e incendios forestales.
DEFORESTACIÓN: SEQUÍAS, INCENDIOS Y PÉRDIDAS ECONÓMICAS
El estudio advierte que la deforestación continua en el Amazonas podría provocar una disminución general de las lluvias, amenazando la biodiversidad y reduciendo la capacidad de la selva para capturar CO₂. Además, esto afectaría la producción agrícola, generando pérdidas económicas sustanciales en la región.
Los expertos destacan que la expansión ilegal de tierras agrícolas es una de las principales causas de la deforestación y que sus efectos ya están afectando ecosistemas clave. En 2023 y 2024, la región amazónica enfrentó una de las peores sequías de su historia, impulsada por el cambio climático y el fenómeno de El Niño, lo que provocó incendios forestales récord.
¿VEREMOS EL AMAZONAS COMO UNA SABANA?
Algunos científicos advierten que la deforestación y el cambio climático podrían llevar a la selva amazónica a un punto de inflexión. Según un estudio publicado en Nature, entre el 10% y el 47% del Amazonas podría estar expuesto a tensiones combinadas de calentamiento y pérdida forestal para 2050.
Este proceso podría transformar la selva en un ecosistema de sabana, reduciendo su capacidad de almacenar carbono y acelerando el calentamiento global.
ACCIONES PRIORITARIAS PARA PROTEGER EL AMAZONAS
A pesar de los compromisos internacionales para detener la deforestación para 2030, la destrucción de las selvas tropicales sigue en aumento. Según el informe Forest Declaration Assessment, elaborado por organizaciones de investigación y grupos de defensa ambiental, los esfuerzos actuales no son suficientes para frenar la pérdida de bosques.
La comunidad científica insiste en la necesidad de proteger los bosques restantes, rehabilitar tierras degradadas y promover prácticas de agricultura sostenible. La selva amazónica es un regulador clave del clima global, y su deterioro tendrá consecuencias irreversibles para el planeta. N
(Con información de AFP)