El cambio de gobierno en México no marcó el fin de la carrera política para los exintegrantes de la ayudantía del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). De los 28 hombres y mujeres que en algún momento formaron parte de este selecto grupo de confianza, 18 continúan desempeñándose en cargos clave dentro de la administración pública, el Poder Legislativo y la estructura de Morena. Con sueldos que superan los 100 mil pesos mensuales, estos funcionarios son un ejemplo de continuidad política en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
De Escoltas a Estrategas
Daniel Asaf Manjarrez, quien lideró la ayudantía de AMLO, ahora es diputado federal de Morena, mientras que Carolina Rangel Gracida ocupa el cargo de secretaria general del partido. Otros, como Hernando Peniche Montfort, se desempeñan en posiciones estratégicas como la titularidad del Instituto Mexiquense de Infraestructura Física Educativa.
Entre los cargos más relevantes están los ocupados por Octavio Alberto Almada Palafox y Diego Alberto Hernández Gutiérrez, quienes se desempeñan como delegados del Bienestar en Sonora y la Ciudad de México, respectivamente. Ambos perciben un sueldo neto mensual de 104 mil 821 pesos.
La Ayudantía: Un Legado Político
La ayudantía fue creada por López Obrador tras la desaparición del Estado Mayor Presidencial. Este grupo, integrado por 15 hombres y mujeres en sus inicios, no solo fue responsable de la seguridad del expresidente, sino también se convirtió en una cantera de funcionarios públicos.
Con el paso del tiempo, muchos de sus integrantes asumieron cargos de relevancia, incluso sin experiencia previa en las áreas correspondientes. Esto generó críticas, pero López Obrador siempre los defendió. “Son jóvenes preparados, honestos… ¿Qué quieren, que continúen los mismos funcionarios corruptos?”, afirmó en junio de 2021.
Ascensos y Enroques
Paloma Rachel Aguilar Correa, exmiembro de la ayudantía, es ahora administradora general de Recursos y Servicios del SAT con un sueldo de 123 mil 689 pesos. Cecilia Fernández Garelli dirige la planeación de obras con recursos del FAIS en la Secretaría del Bienestar, mientras que Jessica Alejandra Solano Hernández lidera la Unidad de Banca Social del Banco del Bienestar con un sueldo de 125 mil 314 pesos.
La Herencia de la Ayudantía
El legado de la ayudantía se refleja también en cargos estatales y locales. Liliana Quiroz Zavala, por ejemplo, es directora en la Secretaría de Educación Pública, mientras que Paola Elizabeth López Chávez ocupa un puesto en PEMEX Corporativo.
El caso de Paloma Aguilar, quien llegó al SAT sin experiencia fiscal y con un equipo de colaboradores cercanos, generó controversia. Sin embargo, AMLO la describió como “honesta e incorruptible”, cualidades que consideró fundamentales para su gestión.
Cargos con Sueldo Millonario
Otros exmiembros de la ayudantía ocupan posiciones clave con sueldos similares. Carlos Sánchez Meneses, titular de la Unidad de Coordinación Nacional de Infraestructura del IMSS-Bienestar, percibe 123 mil 689 pesos al mes. Mientras tanto, Andrea Enríquez Quintana lidera la Dirección Corporativa de Bienes en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado con un sueldo de 123 mil 689 pesos.
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De la Logística a la Legislatura
La ayudantía también dejó su huella en la legislatura. Daniel Asaf Manjarrez, además de ser diputado, sigue siendo una figura cercana a la familia de AMLO. Por otro lado, Hernando Peniche Montfort lidera esfuerzos de infraestructura educativa en el Estado de México.
Una Generación Formada en el Movimiento
Los exmiembros de la ayudantía representan una generación formada en el movimiento lópezobradorista que ha encontrado continuidad en el gobierno de Sheinbaum. Aunque sus trayectorias han sido objeto de escrutinio, sus ascensos reflejan la confianza y lealtad que generaron en el expresidente.
La Pregunta Pendiente
Con la llegada de Claudia Sheinbaum al poder, queda por ver si esta generación de funcionarios públicos mantendrá la misma influencia y si sus gestiones serán capaces de justificar la confianza depositada en ellos. Por ahora, la ayudantía sigue siendo un símbolo de continuidad y lealtad en la política mexicana. N
Con información de Animal Politico.