En un mundo donde los idiomas pueden tender puentes o representar desafíos, la Dra. Katie Brown ha dedicado su carrera a eliminar barreras y crear oportunidades para inmigrantes y refugiados a través de la enseñanza del inglés. Su compromiso con la inclusión y su enfoque en soluciones prácticas reflejan su convicción en el poder transformador del lenguaje para construir un futuro lleno de oportunidades.
Con un doctorado en adquisición de segundas lenguas, la fundadora de EnGen ha integrado tecnología de vanguardia con décadas de experiencia en la educación lingüística para crear una plataforma virtual que ofrece instrucción personalizada, dotando a miles de personas con la confianza para comenzar una nueva vida.
El informe “Labor Force Characteristics of Foreign-born Workers Summary”, publicado el 21 de mayo de 2024 por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, revela que casi uno de cada cinco trabajadores en el país es inmigrante o refugiado. Este dato subraya la importancia de la misión de EnGen de fortalecer las habilidades de este grupo con alto potencial para integrar talento al mercado laboral y reducir la brecha de competencias. Según un estudio de EnGen, esta estrategia de capacitación, que impacta a 1 de cada 10 adultos en edad laboral, genera un retorno de seis dólares por cada dólar invertido en las economías locales.
En esta entrevista, la Dra. Brown, o Katie, como prefiere que la llamen, comparte cómo su plataforma innovadora está impulsando la productividad y fomentando la conexión humana a través del idioma.
“Estamos desaprovechando el talento de personas altamente capacitadas que solo necesitan apoyo para comprender cómo funcionan las cosas en este país, y así poder aplicar sus habilidades y contribuir a la economía.” – Katie Brown.
Mariana Briones: Me encanta lo que estás haciendo Katie, especialmente porque apoyas a los refugiados e inmigrantes sin importar creencias políticas, ayudándolos a integrarse y ser productivos en esta economía, que al final es lo que todos queremos.
Katie Brown: Gracias por decir eso. Es curioso, porque realmente es difícil argumentar en contra de ser acogedor. Al final del día, quieres que las personas sean productivas, generen negocios, creen ingresos y contribuyan a la sociedad. Eso nos beneficia a todos. Creo que abordar la barrera del idioma es una solución muy práctica, pero es algo en lo que no nos hemos enfocado de la manera correcta.
MB: ¿Cómo comenzó este camino?
KB: He estudiado español toda mi vida. Mi conexión con el idioma comenzó cuando era una bebé y mi mamá contrató a una niñera de El Salvador que se convirtió en parte de la familia. Mis padres la ayudaron a obtener su residencia y a traer a sus hermanas, así que crecí en una casa llena de inmigrantes salvadoreños. Esa experiencia me marcó: vi de primera mano cómo tener a alguien que te dé la bienvenida y te guíe puede hacer una vida en Estados Unidos mucho más fácil.
Más tarde, como estudiante en la Universidad de Virginia, fui voluntaria para enseñar inglés a trabajadores migrantes en un huerto de manzanas. La mayoría de los trabajadores eran hombres, pero una familia —un esposo, su esposa y sus tres hijos— me llamó especialmente la atención.
Terminé ayudándolos durante todo el año, asistiendo con necesidades cotidianas. En una ocasión los acompañé a la clínica, y los médicos me hablaban a mí en lugar de a la madre, tratándola como una ciudadana de segunda clase porque no hablaba inglés. Me parecía profundamente injusto que yo pudiera acceder a oportunidades porque hablaba ambos idiomas, mientras que ellos estaban tan limitados. Esto me hizo darme cuenta de lo importante que es el lenguaje para abogar por ti mismo y por tu familia – y despertó en mí la determinación de ayudar.
Al mismo tiempo comprendí lo poco que sabía sobre cómo enseñar un idioma de manera efectiva, así que decidí entrenarme dando clases de inglés por toda América Latina, obtener una maestría, y eventualmente, un doctorado en Adquisición de Segundas Lenguas. Quería comprender verdaderamente la ciencia detrás del aprendizaje de idiomas, especialmente porque el sistema que tenemos para enseñar inglés a personas no nativas no funciona.
“Con los sistemas adecuados, podemos identificar brechas en las habilidades laborales, conectar a las personas con estas oportunidades y asegurarnos de que tengan éxito.” – Katie Brown.
MB: ¿Y por qué crees que no es efectivo?
KB: En Estados Unidos solo atendemos las necesidades del 4 % de los adultos que necesitan aprender inglés. ¡Cuatro por ciento! Además, hacemos un trabajo terrible enseñando a las personas nacidas aquí a aprender otros idiomas. La mayoría de los estadounidenses que tomaron cinco años de español en la escuela te dirán que no pueden formar ni una sola frase. Esa falta de educación lingüística efectiva dificulta que las personas se comuniquen bien o aprecien lo que significa aprender otro idioma.
Por otro lado, los cursos de inglés usualmente se imparten en colegios comunitarios, donde las lecciones consisten en enseñar a escribir un ensayo de cinco párrafos o aprender los nombres de animales del zoológico. Ninguno de los dos te sirve para conseguir un mejor trabajo.
Estamos desaprovechando el talento de personas altamente capacitadas que solo necesitan apoyo para comprender cómo funcionan las cosas en este país, y así poder aplicar sus habilidades y contribuir a la economía. Siempre he pensado en cómo solucionar este problema. Mi investigación en educación superior se centró en cómo aplicar la tecnología para la enseñanza de idiomas y llegar a más personas, lo que me llevó a fundar EnGen, porque nadie estaba haciendo este trabajo.
MB: ¿Cómo estás adaptando tu enfoque para que sea más efectivo?
KB: Como profesora de ESL en un colegio comunitario, ayudé a estudiantes con todo, desde cuentas de electricidad hasta notificaciones de sus caseros. Me di cuenta de que deberíamos enfocarnos en contenido práctico. Por eso, EnGen utiliza tecnología para crear lecciones basadas en materiales auténticos que las personas encuentran en su día a día: etiquetas de medicamentos, correspondencia de maestros o jefes, informes de trabajo. No son guiones; son ejemplos reales. De esta manera, los estudiantes obtienen las herramientas que necesitan para manejar su vida diaria de manera efectiva.
Además de enfocarnos en contenido práctico, también promovemos una perspectiva inclusiva sobre el aprendizaje. Es prácticamente imposible hablar un segundo idioma a la perfección como adulto; siempre tendrás acento, y eso es hermoso. En EnGen celebramos esto, y les decimos a los estudiantes que tener un acento es una señal de fortaleza. Nos enfocamos en la claridad y la comprensión, no en sonar como un hablante nativo. Después de todo, ¿a qué hablante nativo querrías parecerte? Todos tenemos acentos diferentes.
MB: ¿Cómo escala EnGen este tipo de impacto y qué papel juega la tecnología en tu visión?
KB: Este es un momento muy emocionante para la tecnología y el aprendizaje de idiomas. Los modelos de lenguaje y la inteligencia artificial están permitiendo traducciones rápidas e interacciones más humanas. Por ejemplo, contamos con un chatbot multilingüe que permite a los estudiantes formular preguntas en cualquier idioma y recibir respuestas en su idioma preferido.
Pero la IA no es perfecta; tiene alucinaciones y puede dar información incorrecta, así que nos enfocamos en usarla de manera responsable para empoderar a los estudiantes. Al final del día, la tecnología debería ayudar a los humanos a conectarse entre sí.
MB: ¿Dónde ves a EnGen en cinco o diez años?
KB: Estoy entusiasmada por aprovechar los datos de manera más efectiva y estratégica. Con los sistemas adecuados, podemos identificar brechas en las habilidades laborales, conectar a las personas con estas oportunidades y asegurarnos de que tengan éxito. La meta es aprovechar la tecnología para trabajar de manera más inteligente y ayudar a más personas a alcanzar sus objetivos. Se trata de construir un ecosistema donde todos—educación superior, juntas laborales, empleadores—colaboren para crear verdaderas oportunidades.
El idioma es una herramienta para la conexión humana. La tecnología puede ayudarnos a hacer esas conexiones más fáciles, pero, en última instancia, se trata de humanos conectándose con humanos. ¡No te vas a enamorar de alguien usando Google Translate! El lenguaje consiste en crear comunidad, abogar por ti mismo y participar en la sociedad. En EnGen nos enfocamos en hacer que eso sea posible para todos.
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