Jake Paul y Mike Tyson fueron protagonistas del primer evento deportivo transmitido en vivo por Netflix. Según Most Valuable Promotions, el evento alcanzó un récord de 65 millones de espectadores simultáneos. Pero este volumen masivo de audiencia sobrepasó la capacidad de los servidores de Netflix, lo que resultó en numerosos problemas de calidad de transmisión, como interrupciones, buffering y dificultades para acceder al evento. El resultado: miles de usuarios quejosos expresaron su inconformidad en línea.
Dadas estas fallas, se presentó una demanda colectiva en Florida. Ronald “Blue” Denton, el demandante, afirma que cerca de 90,000 personas no pudieron ver el combate en vivo. La demanda, presentada en el condado de Hillsborough, acusa a Netflix de incumplimiento de contrato y prácticas comerciales engañosas. Según el documento legal, los espectadores enfrentaron “problemas legendarios, como la falta de acceso, fallos en la transmisión y errores de buffering”.
NBC Chicago contactó a Netflix para obtener una respuesta a los problemas y le respondieron, en parte, “no hay nada que comentar en este momento“.
El texto de la demanda añadió un comentario irónico sobre las expectativas del público: “60 millones de estadounidenses estaban emocionados por ver a ‘Iron’ Mike Tyson, ‘El hombre más malo del planeta’, contra Jake Paul, el YouTuber convertido en boxeador profesional. Lo que obtuvieron fue ‘El streaming más malo del planeta'”.
Netflix, por el momento, no ha emitido comentarios sobre los problemas técnicos relacionados con el evento. La preocupación ahora gira en torno a la transmisión de dos partidos de la NFL programados para Navidad en la plataforma: Kansas City Chiefs contra Pittsburgh Steelers y Baltimore Ravens contra Houston Texans, ya que podría enfrentarse a los mismos desafíos técnicos. N