Si una persona en el planeta tiene autoridad para hablar sobre el mundo del cabaret ella es Ute Lemper, la actriz y cantante nacida en Münster, Alemania, en 1963, cuya impresionante trayectoria incluye interpretaciones icónicas en producciones musicales como Cats, Peter Pan y Cabaret.
Entre otros, esta artista alemana, con una carrera de 40 años y ganadora del Premio Molière a la mejor actriz, destacó como Lola en The Blue Angel y fue musa de Maurice Béjart en el ballet La Mort Subite. Además, brilló en el papel de Velma Kelly en Chicago, por el cual recibió el Premio Laurence Olivier.
En el tiempo presente, donde todo parece consumido por la inmediatez y las tendencias que mueren tan pronto como nacen, en esta entrevista con Newsweek en Español Ute Lemper no titubea ni duda sobre la relevancia de la música de cabaret ante las nuevas generaciones.
“Hay audiencia en todas partes para este tipo de espectáculo”, expresa. “Mi show no es un cabaret puro y de estilo nostálgico, siempre hago una mezcla de música contemporánea e histórica. Eso es lo que hago. Tengo audiencia en todas partes del mundo, y si las salas de conciertos todavía están llenas de gente, entonces es una buena señal”.
UTE LEMPER SE PRESENTA EN MÉXICO
El 23 y 24 de septiembre próximos la diva se presentará en el Lunario del Auditorio Nacional con un espectáculo en donde las composiciones de Kurt Weill y Bertolt Brecht convergen con las canciones de Jacques Brel y Edith Piaf. En Noches íntimas de kabarett, la cantante y actriz ofrece un viaje a través de una Alemania que ha desaparecido, aquella conocida como República de Weimar, cuna de Ute Lemper y de una de las parejas artísticas más emblemáticas del teatro alemán del siglo XX.
El compositor Kurt Weill (1900-1950) y el dramaturgo Bertolt Brecht (1898-1956) son una parte vital del repertorio con el que Lemper llega a México. En la actualidad, la importancia de esta pareja y su arte no ha decrecido para la cantante: “Celebramos el 125 aniversario de Kurt Weill, así que celebramos la historia al mismo tiempo. Y antes de mirar la dimensión contemporánea debemos asegurarnos de comprender lo que hizo en su época: cuando empezó a escribir música que supuso un cambio y fue revolucionaria”.
Noches íntimas de kabarett es también un viaje por los orígenes del cabaret de Berlín, el ascenso a su época de oro y su ocaso tras la llegada del nazismo. Alguna vez hubo una Alemania en donde la libertad de expresión, la diversidad sexual y los derechos de la mujer se concentraban en aquellas veladas de sátira y grandes canciones que fueron silenciadas con el Holocausto.
“ESTE GÉNERO DE TEATRO MUSICAL TIENE UN ASPECTO EDUCATIVO”
Si el espectáculo de la cantante transporta a su público a un pasado hostil, en gran medida se debe al tributo y evocación de estos dos artistas alemanes que representaban todo lo que el nazismo despreciaba. “Era un territorio muy peligroso de primera libertad política, con los fascistas en ascenso, rompiendo con todas las tradiciones en la música, la estética y las convenciones políticas sociales”, comenta la cantante.
En palabras de Ute Lemper, Brecht era el verdadero político, pero la forma en que él y Weill implementaron el teatro musical como herramienta política fue única incluso en el tiempo presente: “Todavía es único hoy en día porque este género de teatro musical tiene un aspecto educativo. Se supone que debe hacer que la gente sea consciente de las circunstancias y tome una postura, lo que todavía es raro porque la plataforma del mundo del espectáculo suele ser puramente comercial. La cuestión principal en Brecht es siempre la explotación. Así que la explotación es hoy en día un gran problema en nuestro sistema de libre mercado muy capitalista”.
Pero esta explosiva pareja de artistas no son los únicos a quienes Lemper evoca en su espectáculo, pues Marlene Dietrich (1901-1992), la cantante y actriz conocida por su papel en The Blue Angel, también es su fuente de inspiración. Incluso, Ute sostuvo una famosa llamada telefónica con Marlene, la cual es la raíz de la creación de “Rendez vous with Marlene”, un espectáculo imperdible.
UTE LEMPER CANTÓ CON ROGER WATERS EN EL CONCIERTO “THE WALL LIVE IN BERLIN”
“Este legado sobrevive solo con la individualidad y la sensualidad; con la humanidad y libertad de la actuación”, añade la actriz y cantante. “No es nada estéril ni producido de manera que sirva a un determinado género o gusto de generación. Es algo puramente individual. ¿Y por qué debería desaparecer si Mozart y Virginia Woolf no desaparecen? ¿Si Simone de Beauvoir o Jacques Prévert no desaparecen?”.
Lemper es reconocida en el mundo del arte por transmitir sus sentires y sentimientos de una forma impecable a través de su voz y sus movimientos corporales. En 1990 participó junto a Roger Waters, fundador de Pink Floyd, en el concierto The Wall Live in Berlin, realizado tras la caída del muro de Berlín, en donde interpretó la canción “The Thin Ice”.
Alabada por su sabiduría escénica, su elegancia y su pasión sobre el escenario, en esta conversación profundiza sobre el mundo del gran chanson del siglo XX: “Estas son formas de arte, son canciones que también abordan puramente la humanidad y la miseria humana. Y sí creo que en ese propósito seguirá vivo. Quizás algunos de los artistas originales desaparezcan, pero luego las próximas generaciones permanecerán”.
Ganadora de múltiples premios, Ute Lemper ha optado por la versatilidad y el aprendizaje constante en torno al teatro musical. Esto es muestra de su carácter inquieto y curioso, rasgo que la ha llevado a colaborar con cantantes y compositores estadounidenses y europeos. Su camino en la música, por supuesto, continúa en evolución.
“Mi pasado era muy diferente a mi identidad musical actual”, dice al respecto. “He ampliado enormemente mis propias aventuras. Pasé de ser solo una intérprete en espectáculos y tener un papel principal en producciones musicales a ser una compositora. Soy una escritora de letras, productora y arreglista musical. Y creo proyectos, básicamente”.
“SEGUIRÉ CREANDO PROYECTOS”
Multifacética y satisfecha con los cambios y avances que ha hecho en su carrera en los últimos 20 años, la artista alemana tiene muy claro su camino en la exploración musical: “Seguiré creando proyectos. El próximo será un gran año celebrando a Kurt Weill, así que estará dedicado a ese tema. Y seguiré presentando mi programa de Marlene Dietrich. Continuaré presentando las canciones judías de los guetos y los proyectos de poesía. Y crearé nuevos planes, algunos de ellos con mi propia música, parte de ella dedicada a un poeta o personaje específico. Así que me veo en el camino en tránsito y siempre con curiosidad”.
A nivel creativo, su trabajo está fuertemente influenciado por la época anterior a la llegada de los nazis, pues la artista está convencida de que hay que exponer una narrativa que lleve a la reflexión histórica para redescubrir de dónde venimos y a dónde hay que decidir continuar.
“Tengo la misión de hablar de este pasado”, expresa. “Es mi responsabilidad siendo alemana y a raíz de llevar este dolor increíble por los crímenes que han cometido los alemanes hace cien años y hasta el final. Para mí siempre es una misión seguir preguntando por qué pudo suceder (el Holocausto) y cómo sucedió. Preguntar sobre la dimensión humana del mal y la capacidad del mal y estar muy molesta al respecto”.
Aunque han pasado años desde que Lemper se identifica a sí misma como alemana, no niega que exista una carga de responsabilidad en sus hombres y su arte: “Tengo una gran responsabilidad al llevar el pasaporte alemán y no lo he elegido, pero me lo pusieron en la cuna. Ahora, como artista, trato de afrontarlo. Trato de hacer lo mejor que pueda para afrontar el pasado y crear un futuro mejor como artista”.
“NO HAY UNA SOLUCIÓN TOTALITARIA”
Si bien Lemper habla de esta responsabilidad como originaria de Münster, al igual que muchos artistas alemanes que tuvieron que huir y encontraron refugio en Estados Unidos, ella ve las problemáticas actuales más allá de nacionalidades y fronteras. “Soy una ciudadana del mundo, vivo en Nueva York”, señala. “Trabajo en todas partes del mundo y también soy testigo de una variedad de agitaciones políticas en todo el planeta. No creo que Alemania esté más confundida que Francia, Italia, Estados Unidos o Inglaterra, yo diría que el mismo tipo de confusión existe en todas partes”.
Para una artista tan emblemática que experimentó la Guerra Fría y el renacer alemán tras la caída del muro de Berlín, y que se ha decidido a desempolvar canciones del pasado para lustrarlas y ofrecerlas a las nuevas generaciones, que también están marcadas por los conflictos bélicos en diferentes partes del mundo, es desafortunado que estas reflexiones sigan teniendo una vigencia tangible y no solo teórica.
Reflexiona al respecto: “La gente tiene que venir a la razón para encontrar una solución más humana. No hay una solución totalitaria. No se puede eliminar a cualquier tipo de gente de este mundo. Los palestinos permanecerán, los israelíes permanecerán. Solo tienen que seguir adelante y hay que encontrar la forma en que la paz y la justicia puedan ser protegidas y los derechos humanos puedan ser establecidos en todos lados”.
UTE LEMPER CRITICA A LA EXTREMA DERECHA
En este sentido, y sin negar la creciente resurrección de la extrema derecha en Europa y parte de Latinoamérica, Ute Lemper identifica un fuerte problema en la polarización y el extremismo que frena la paz y la justicia. “Los extremistas son el problema en este mundo porque ven solo una forma y no hay otra forma para ellos. Y quieren exclusividad, son personas blindadas”, expresa.
Sobre el crecimiento de las derechas y los conflictos en el mundo, la actriz y cantante identifica que este es un fenómeno que ha crecido desde hace un par de décadas a raíz de las confusiones en torno a las identidades tanto nacionalistas como religiosas.
“Yo diría que el fracaso de la humanidad es que los seres humanos tengan que encontrar algunos cajones que puedan caber en identidades nacionalistas para saber quiénes son. Muchas personas no pueden lidiar con ideas existencialistas de no tener etiquetas, por lo que lo único que puede ayudar en este caso es la educación filosófica y social para entender que la vida no necesita etiquetas para identificarse, sino que necesita pura humanidad”, señala.
Convencida de que el teatro musical es más que entretenimiento y, al igual que todo, puede ser un punto de partida que incite a la reflexión histórica y presente, Ute Lemper concluye: “La educación es fundamental para abolir las etiquetas patrióticas, religiosas o de cualquier otro grupo que justifique la exclusión”. N