En su búsqueda por entender el día cero, la periodista Arantza García encontró una historia de organización comunitaria, sororidad y esperanza ante las problemáticas ambientales. Con su audiolibro, que pone sobre la mesa la crisis del agua, García espera sumar a las soluciones y a la esperanza.
En un principio, el audiolibro ¡No estamos exagerando! La crisis del agua y la posibilidad de salvarla tenía un nombre diferente relacionado con el día cero, pues la periodista buscaba explicarlo para principiantes, incluida ella misma. En el proceso de entrevistar especialistas y profundizar en el fenómeno encontró la historia que le dio un giro a su investigación.
El audiolibro retrata a un grupo de mujeres pertenecientes a las comunidades indígenas aledañas a los ríos Atoyac y Xochiac, entre Puebla y Tlaxcala, que se dan cuenta de que el agua del río está contaminada y ha ocasionado que la comunidad se enferme.
Con esta investigación, Arantza García habla de la desprotección y el daño irreversible a los recursos naturales de esta comunidad, pero también evidencia lo importante que son los cuerpos de agua a nivel cultural.
“Es alrededor del río donde se gesta la vida comunitaria de las personas. Es decir, en el río se parten los pasteles de cumpleaños, es en el río donde los niños juegan futbol. Entonces, cuando el río está contaminado, no solo no tienen acceso al agua, sino que toda su vida social se ve limitada y ya no tienen espacios de convivencia”.
EL AGUA CONTAMINADA ES FUENTE DE ENFERMEDADES MORTALES
La vulneración de este río como espacio de esparcimiento y las enfermedades que comenzaron a presentarse en la comunidad impulsaron un proceso de lucha y resistencia encabezado por las mujeres del territorio. Si bien esta historia y sus pormenores es detallada en el audiolibro, Arantza García profundiza en ella.
“Es precioso lo que hacen. Van casa por casa y preguntan quiénes estuvieron enfermos el último año, de qué se enfermaron, si les pueden dar sus recetas médicas. Y hacen un registro de las enfermedades de la población. Un método riguroso y científico, aunque muchas de ellas son amas de casa, algunas ni siquiera saben leer ni escribir, no tienen estudios académicos. Y esto lo digo porque el mundo nos ha hecho creer que no tendrían la capacidad de organizarse”.

Ayudadas por el Centro Fray Julián Garcés de la comunidad de Tlaxcala, las mujeres lograron que científicos de la UNAM fueran a estudiar el río. Al final se determinó que había componentes toxicológicos (genotóxicos) que causan alteraciones al ADN y pueden ocasionar cáncer, malformaciones o enfermedades en la piel.
Impulsadas por la indignación que dejaron las muertes de varias personas (más de 30), estas mujeres organizadas llegaron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y lograron que se interpusiera una serie de medidas al Estado mexicano al reconocer el agua como un derecho humano.
ES FUNDAMENTAL ACERCARSE A LAS NUEVAS AUDIENCIAS
“Ojalá no tuviera que venir de lugares tan horribles como las muertes. Sí es una historia de resiliencia y mucha esperanza, pero que no se nos olvide que hay personas que murieron a causa del río contaminado. Entonces, la organización viene de lugares muy feos”, relata la periodista.
Al ser miembro de la Cuarta Generación de la Red LATAM de Jóvenes periodistas, especializada en redes sociales y colaboradora de diversos canales y medios impresos, Arantza García profundiza en el papel que juegan los medios al difundir las historias y problemáticas de las periferias, el campo y las comunidades indígenas.
“A veces hay este juicio de que a los lectores o a las audiencias no les interesan esas historias. Yo creo que sí les interesan. Solo tal vez no estamos sabiendo cómo contarlas. No cómo contarlas desde el periodismo, sino cómo acercarnos a las audiencias”.
García no duda de la presencia de excelentes periodistas en los grandes medios de comunicación, pero, con una perspectiva joven y al contar con un proyecto propio de difusión en TikToK, es consciente de que las personas, en especial los más jóvenes, ya no consumen periódicos impresos.
Para la periodista, es fundamental acercarse a las nuevas audiencias, pues son un sector con muchas dudas y miedo. Si bien en México no hay cifras, en España el 80 por ciento de los adolescentes y jóvenes viven con ecoansiedad, que es el temor crónico a morir debido a un fenómeno medioambiental, padecer la crisis del agua y vivir el fin del mundo.
HAY ESPERANZA Y LA POSIBILIDAD DE RESPONDER A LA CRISIS DEL AGUA
“A los jóvenes esto les asusta mucho, pero también por eso se echan para atrás y ya no quieren leer noticias”, expresa. “Yo digo que no las quieren leer porque no les están dando respuestas. Y ahí podemos empezar a hablar de un periodismo de soluciones. No solo tenemos que dar la noticia horrible, podemos contar las historias desde otro lugar”.
Acerca de las soluciones tanto en el medio como en la sociedad, Arantza García señala que la meta más importante tras su audiolibro era encontrar que había esperanza y la posibilidad de responder a la crisis del agua.
“Yo no quería hacer otro contenido más sumando a la preocupación y a este miedo gigante de ‘nos vamos a morir mañana y no vamos a tener agua’. Yo también necesitaba saber que sí hay una esperanza y algo que podemos hacer. Quiero contar estas historias que me reflejen que sí hay esperanza. No quiero sumar solo a la tristeza y a la indignación. Si voy a sumar a la indignación, quiero que sea una indignación encausada”.
Como ciudadana, Arantza García compartía el prejuicio nacido de la impotencia de muchos usuarios que se preguntan si las pequeñas acciones de verdad tienen un impacto frente a la brutal contaminación y saqueo de las grandes empresas transnacionales. Tras desarrollar el audiolibro, reivindica todas las acciones pequeñas, como ahorrar el agua del baño, de la lavadora y pensar en la ropa.
¿A QUIÉN LE SIRVE LA DESESPERANZA FRENTE A LA CRISIS DEL AGUA?
“Estas acciones chiquititas lo que hacen no es que mañana vayan a cerrar la primera refresquera de la que somos consumidores número uno”, reflexiona. “Tampoco es que mañana por yo ahorrar el agua de los trastes se va a acabar la crisis hídrica. Lo que genera son conversaciones en nuestro entorno inmediato e impactos en nuestra pequeña comunidad”.
El mensaje primordial que la periodista se lleva consigo tras la creación del audiolibro es que sí se puede accionar. Esta esperanza le dio forma final al título; al hablar de la posibilidad de salvar el agua, la escritora recalca la importancia de la organización.
“¿A quién le sirve nuestra desesperanza? Hay que hacernos esa pregunta. Al sistema y a las empresas les sirve para que no accionemos. Eso es lo que quieren, que no accionemos, porque sí tenemos capacidad de accionar. ¿Qué pasa cuando tú accionas? Te empiezas a enojar, porque te preguntas cómo si tú tienes acciones para ahorrar agua, por qué las empresas no van a hacer algo. Y entonces te enojas y del enojo surge una exigencia”.
Arantza García cree en la cultura como motor de cambio, por lo que, además de trabajar en este audiolibro, usa las redes sociales para informar y concienciar sobre la crisis del agua y muchas otras problemáticas sociales.
Su audiolibro ¡No estamos exagerando! La crisis del agua y la posibilidad de salvarla, ya está disponible en plataformas y es un gran paso para incursionar en el periodismo de soluciones. N