El zoológico de Núremberg, ubicado en el sur de Alemania, confirmó el sacrificio de parte de su población de babuinos, alegando una sobrepoblación en el recinto. La decisión, que ha generado indignación entre activistas por los derechos de los animales, se ejecutó a pesar de las protestas y la oferta de otras instituciones dispuestas a acoger a los primates.
“Somos conscientes de que esta decisión irrita, entristece y enfurece a mucha gente“, declaró la dirección del zoológico el martes.
Esta medida es parte de un plan había sido anunciado desde febrero de 2024.
Ese mismo día, siete activistas se infiltraron en el parque para protestar, y una de ellas incluso se pegó las manos al suelo como forma de resistencia. La policía alemana intervino rápidamente y los manifestantes fueron detenidos, según confirmó una portavoz de la autoridad local.
¿CUÁL ES LA POSTURA DEL ZOOLÓGICO?
En rueda de prensa, el director del zoológico, Dag Encke, defendió el sacrificio de los animales con base en los lineamientos de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), que agrupa a más de 400 instituciones. Según esta organización, el sacrificio puede ser una herramienta legítima y necesaria dentro de la gestión poblacional de animales en cautiverio.
“El sacrificio de animales como parte de la gestión de poblaciones es un medio legítimo y puede ser la última opción para preservar la población“, explicó Encke.
Por su parte, el jefe del área de biología del zoológico, Jörg Beckmann, confirmó que los restos de los babuinos sacrificados fueron entregados a los depredadores del zoológico.
La medida ha provocado fuertes críticas por parte de grupos animalistas. Las organizaciones Pro Wildlife y la Sociedad Alemana para el Derecho a la Protección de los Animales (DJGT) anunciaron haber presentado una denuncia formal contra la dirección del zoológico.
Ambas organizaciones aseguran que el sacrificio de los doce monos, todos ellos sanos, fue innecesario, ya que “otras instituciones estaban dispuestas a acoger a los babuinos“, señalaron en un comunicado conjunto.
Este caso reabre el debate sobre los métodos de control poblacional en zoológicos europeos, el bienestar animal en cautiverio y la necesidad de alternativas más éticas en la gestión de fauna silvestre bajo cuidado humano. N