Los niños con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de desarrollar esquizofrenia al crecer y ser adultos, según un estudio reciente.
Pero los adultos con exceso de peso parecen tener un menor riesgo tanto de esquizofrenia como de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), señalaron los científicos.
El estudio, publicado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), investigó los vínculos entre el índice de masa corporal infantil (IMC) y varias afecciones, incluidas esquizofrenia, TOC, depresión, ansiedad y alzhéimer.
“Nuestro estudio proporciona evidencia convincente de un efecto directo y duradero del IMC infantil en el riesgo de esquizofrenia más adelante en la vida, independientemente del IMC de la edad adulta y los factores del estilo de vida”, escribieron los autores en el artículo.
“Estos hallazgos subrayan la importancia crítica de las intervenciones en la vida temprana para mitigar las consecuencias a largo plazo en la salud mental de la obesidad infantil”.
SOBREPESO, ESQUIZOFRENIA, TOC, ANSIEDAD
Los autores escribieron que no sabían por qué el IMC infantil parecía estar relacionado con la esquizofrenia más adelante en la vida, pero sugirieron que el exceso de peso podría alterar la estructura de los cerebros jóvenes durante las etapas críticas de desarrollo.
Su evidencia indicó que la relación entre la esquizofrenia y la obesidad infantil era causal; en otras palabras, la esquizofrenia parecía ser causada por la obesidad infantil. La tendencia fue consistente independientemente de la obesidad en la edad adulta y otros factores de estilo de vida que podrían afectar los resultados.
“Nuestro estudio proporciona pruebas sólidas para que los responsables políticos y los profesionales de la salud desarrollen intervenciones específicas destinadas a reducir la obesidad infantil y mitigar sus consecuencias a largo plazo para la salud mental”, escribieron los autores.
No encontraron ninguna asociación entre la obesidad infantil y las otras condiciones psiquiátricas que se investigaron: TOC, alzhéimer, ansiedad y depresión.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo, dirigido por el científico Pei Xiao, recopiló datos del Consorcio de Genómica Psiquiátrica y del estudio FinnGen, incluidos datos genéticos a gran escala que los autores dijeron que les ayudaron a mejorar la solidez de su estudio, por lo que imitó un ensayo controlado aleatorio: el estándar de oro de la ciencia nutricional.
Sin embargo, también había limitaciones. Por un lado, todos los incluidos en el estudio eran de ascendencia europea, por lo que estos hallazgos no se aplican necesariamente a otros grupos étnicos. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)