La evolución de un diminuto hueso de la rodilla pudo ayudar a que los antepasados del ser humanos empezaran a caminar erguidos, según descubrieron investigadores del King’s College de Londres, en el Reino Unido, quienes analizaron la presencia de la fabela lateral, un hueso del tamaño de una semilla de ajonjolí, en 93 especies diferentes de primates.
Los científicos descubrieron que, si bien la mayoría de los primates tienen estos huesos, a menudo están ausentes en los homínidos, el grupo de primates al que pertenecen los humanos junto con los chimpancés, gorilas y gibones.
Sin embargo, los humanos han evolucionado para tener este hueso en la rodilla de manera diferente a la mayoría de los primates y no se encuentra en todas las personas. Los investigadores dicen que esta ruta evolutiva distintiva de la fabela en los humanos podría indicar un cambio evolutivo que ayudó a los antepasados de los humanos a caminar erguidos.
El Dr. Michael Berthaume, profesor de ingeniería en el King’s College de Londres y autor del estudio, afirmó: “Nuestro estudio demuestra que este hueso, a menudo malinterpretado, podría haber evolucionado de múltiples maneras en los primates y que los humanos tienen una forma distinta de evolución que comenzó justo al comienzo de todos los homínidos.
LA FABELA LATERAL ES UN HUESO SESAMOIDEO DETRÁS DE LA RODILLA
“Usar este hueso de una manera nueva podría haber ayudado a los primeros humanos, como el Australopithecus, a pasar de caminar a cuatro patas a caminar erguidos”, añadió.
La fabela lateral es un hueso sesamoideo detrás de la rodilla que es dos veces más común en personas con osteoartritis de rodilla. Los sesamoideos, como la rótula, son huesos pequeños incrustados en tendones o ligamentos que a veces están presentes en los esqueletos de los mamíferos, lo que significa que pueden estar ausentes en algunos mamíferos, pero presentes en otros de la misma especie.
A pesar de cientos de años de investigación, se sabe poco sobre la evolución y el desarrollo de los sesamoideos y por qué están presentes en algunas personas y no en otras.
En el nuevo estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, los científicos utilizaron modelos estadísticos para examinar la presencia de tres huesos sesamoideos en la rodilla (la ciamella, la fabela medial y la fabela lateral) utilizando investigaciones publicadas durante los últimos cien años.
Los científicos descubrieron que los primates con fabelas tenían 50 veces más probabilidades de tener antepasados que también las poseían. El equipo también descubrió que las fabela medial y lateral casi siempre se desarrollan en pares, excepto en casos raros como los humanos, que solo tienen una fabela lateral.
UN CAMBIO EVOLUTIVO QUE AYUDÓ A LOS ANTEPASADOS A CAMINAR ERGUIDOS
Análisis posteriores sugieren que los homínidos pueden haber generado una forma de desarrollar fabelas diferente a la de otros primates, lo que podría explicar por qué los humanos pueden producir una fabela lateral sin una medial, pero otros primates no. Esto podría unir más de un siglo de investigación, donde los científicos han debatido cómo evolucionaron estos huesos.
La ruta evolutiva distintiva de la fabela que “resurge” en los humanos podría indicar un cambio evolutivo que ayudó a los antepasados de los humanos a caminar erguidos.
El Dr. Berthaume explicó: “En casi todos los demás casos, aparte de los humanos, sabemos que los primates desarrollaron fabelas en pares. También sabemos que la forma en que se mueven los primates no afecta necesariamente a la evolución de estos huesos, así que ¿por qué los humanos son diferentes?
“Es emocionante que este ‘desacoplamiento’ pueda ser el signo de una exaptación, cuando algo en el cuerpo ya existe y luego comienza a usarse para otro propósito, en este caso el bipedalismo. Se necesitan más estudios sobre la biomecánica de la fabela para confirmarlo, pero los resultados preliminares son prometedores”, concluyó. N
(Con información de Europa Press)