“Ha sido duro, pero el ambiente era una locura”, cuenta Charlotte Prior, que en la noche del sábado al domingo recorrió los 42.195 kilómetros del “maratón para todos” de los Juegos Olímpicos, una carrera popular a modo de despedida oficiosa de los aficionados a París 2024.
“Había gente por todo el recorrido, así que las cosas no fueron tan difíciles”, afirma esta corredora de Reims, ciudad de Francia, que ha disputado 20 maratones y que estaba animada por sus cuatro hijos, repartidos estratégicamente a lo largo del trazado.
En París y Versalles, con los gritos de miles de aficionados, el bautizado “maratón para todos”, que sigue el mismo recorrido de los maratones olímpicos celebrados el sábado (hombres) y el domingo (mujeres) por la mañana, es una iniciativa sin precedentes en los anteriores Juegos.
Hubo 400,000 candidatos a estar en él, pero se aceptó la inscripción de 40,048 personas, la mayoría de ellas elegidas por sorteo después de haber superado una serie de retos deportivos. Finalmente, hubo unas 35,000 personas en la línea de salida.
Los corredores de la distancia emblemática de los Juegos Olímpicos, y de una versión reducida de 10 kilómetros, empezaron su recorrido desde el edificio histórico de la Alcaldía de París (Hôtel de Ville), el sábado por la noche en mitad de un ambiente festivo, con música, juegos de luces, animadores y participantes disfrazados o con sombreros divertidos.
EL MARATÓN Y LOS LUGARES EMBLEMÁTICOS DE PARÍS
La mayoría de los corredores inmortalizaban su experiencia con sus celulares, mientras pasaban por lugares emblemáticos de la ciudad que estaban iluminados. Algunos de ellos fueron la Torre Eiffel, Opera Garnier, Museo del Louvre y el Palacio de Versalles. Pero también junto al pebetero olímpico, un globo en el jardín de las Tullerías.
En la salida hubo también excampeones como la estadounidense Kathrine Switzer, primera mujer en haber corrido un maratón en 1967, en contra de la opinión de los organizadores.
“He trabajado toda mi vida para promover el deporte femenino y esta noche es un maravilloso ejemplo de éxito, con 20,024 mujeres reunidas junto a 20,024 hombres”, declaró a la AFP, en alusión a los inscritos. De igual manera, se pudo observar a la exatleta francesa Marie-José Perec o la exnúmero uno mundial de tenis Amelie Mauresmo.
“Es gracioso que la carrera pase por Versalles porque cuando he ido a Versalles lo he hecho en tren. Ahora voy corriendo y vuelvo”, sonríe la estadounidense Heather Oliver, de 27 años y procedente de Alabama.
“ES UN SUEÑO LOCO”
Algunos participan en familia, como Wellan (13 años), que lleva además un peluche de la mascota de los Juegos Olímpicos mientras es empujado por su padre en una silla de ruedas especialmente concebida para la carrera.
“Era un sueño algo loco eso de permitir a los espectadores participar en los Juegos. Queríamos que no fueran solo actores pasivos”, comentó antes de la salida el presidente de los organizadores, Tony Estanguet.
El fervor popular que ha acompañado París 2024 se sentía durante la noche del sábado al domingo. Selfis entre amigos o incluso con la policía, bromas, música y París iluminado.
Pero para los que lo completaron, el maratón no era sencillo, con su desnivel positivo de 438 metros y sus momentos de especial dureza, incluso para los corredores profesionales. “Es mi octavo maratón y claramente es tres veces más duro que los anteriores”, afirma Aurelie Pelé, de 35 años y venida de Bretaña. En la llegada en la majestuosa explanada de Los Inválidos, algunos corredores llegaban al borde del agotamiento, pero sin borrar la sonrisa. N
(Con información de AFP)