Las lagunas mentales después de una noche de fiesta se atribuyen al alto consumo de alcohol, pero cualquier pérdida temporal de la memoria también depende de cómo se consumen las bebidas, según una investigación reciente.
La velocidad con la que se emborracha uno, el tiempo durante el cual aumentan los niveles de intoxicación y el pico de la intoxicación son factores que contribuyen a las lagunas mentales —también conocidas como blackouts— inducidas por el alcohol, dice un estudio dirigido por la académica postdoctoral Veronica Richards, del Centro de Investigación de Prevención Edna Bennett Pierce, en la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos.
Los hallazgos, publicados en la revista especializada Alcohol: Clinical and Experimental Research, se basan en datos de 79 estudiantes universitarios de segundo y tercer año que, en promedio, bebieron cuatro o más tragos los fines de semana. Estos estudiantes también experimentaron un blackout por el alcohol en algún momento del último semestre.
Durante 12 fines de semana, los participantes usaron un reloj que puede detectar los niveles de intoxicación a través de la piel. También se les pidió que llevaran diarios para rastrear sus recuerdos del día anterior.
En total, los estudiantes tuvieron 147 lagunas mentales a lo largo de 486 días bebiendo. Esto significa que alrededor del 70 por ciento de los estudiantes sufrieron una laguna mental o pérdida de memoria.
Los autores encontraron que los blackouts ocurrieron en los días en los que coincidieron todos estos factores: cuando el consumo de alcohol fue más veloz, cuando se consumió una mayor cantidad de alcohol y cuando se consumió alcohol durante un periodo más prolongado.
LAS LAGUNAS MENTALES CAUSAN VERGÜENZA O AGRESIÓN
Los autores concluyen que disminuir tan solo uno de estos factores podría reducir la posibilidad de esta pérdida temporal de memoria. Según el estudio, se registraron ligeramente más blackouts entre las estudiantes (80 por ciento) que entre los hombres (70 por ciento). Los estudiantes que experimentaron lagunas mentales tuvieron un promedio de 2.2 incidentes de pérdida de memoria durante el periodo de estudio.
Para disminuir la posibilidad de pérdida de memoria, los autores sugieren evitar los juegos de beber, que a menudo pueden llevar a consumir una gran cantidad de alcohol en poco tiempo. Alternar bebidas alcohólicas con refrescos o agua durante la noche también podría ayudar, añaden.
Intervenciones como esta pueden ser necesarias, ya que los blackouts son un “problema importante entre los estudiantes universitarios”, informan los autores, a veces con “consecuencias importantes”.
En casos menores, los estudiantes pueden experimentar una gran vergüenza, mientras que en circunstancias más graves pueden provocar agresión. Todos estos casos ocurren durante las lagunas mentales, según el estudio.
Los relojes que usaron los estudiantes durante el periodo de estudio fueron útiles para proporcionar detalles sobre el nivel de intoxicación que ellos mismos no reportan. Sin embargo, los autores señalaron que los dispositivos pueden pasar por alto factores en los días en que se consume menos alcohol.
Por esta razón, la investigación sobre los blackouts está lejos de terminar. Pero este estudio ciertamente puede ayudar a informar a los científicos sobre los factores involucrados en la pérdida de memoria inducida por el alcohol. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)