La novena sinfonía, conocida como Coral, es una pieza de música clásica compuesta por el compositor, director de orquesta y pianista alemán Ludwig van Beethoven entre 1822 y 1824. “Desde el primer momento que se interpretó está gran obra, el 7 de mayo de 1824, cautivó, inspiró y transformó a todas aquellas personas que la escucharon”, comenta en entrevista con Newsweek en Español Rodrigo Macías, actual titular de la Orquesta Sinfónica del Estado de México.
Esta obra, dice el director de orquesta, ha sido una de las pocas que ha trascendido en el tiempo porque millones la identifican, principalmente, argumenta, por el fragmento de La Oda a la alegría. “Uno sale a la calle y pregunta sobre este fragmento y miles identifican perfectamente la música y hasta la tararean, ese es el nivel de asimilación que ha tenido una obra como la Novena Sinfonía de Beethoven”, añade el maestro Macías.
El director explica que es una pieza enorme de cuatro movimientos que requiere no solo una gran orquesta, sino de un coro. La Novena Sinfonía cumple el próximo 7 de mayo su aniversario número 200, y en conmemoración se prepara su interpretación en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México ese mismo día.
LA NOVENA SINFONÍA, UNA PIEZA DE LARGA DURACIÓN
La pieza emblemática, será interpretada por la Orquesta Sinfónica de México, coros y solistas invitados, bajo la batuta del maestro Rodrigo Macías. En total, dice el director, habrán aproximadamente 200 artistas en escena.
Los solistas serán: Angélica Alexandre, Alejandra Gómez, Rodrigo Garciarroyo y Tomás Castellanos, todos ellos de destacada trayectoria internacional, se unirán a un coro de 80 voces especialmente ensamblado para esta presentación.
“La pieza emblemática, parte del acervo cultural de la humanidad, se interpretará en un evento especial para conmemorar su legado trascendental en la historia de la música y el arte”, señala Macías. El director también explica que las ocho sinfonías de Beethoven tienen una duración de menos de 30 minutos, y la novena dura 80 minutos, es decir, una hora con veinte minutos, vemos así el crecimiento y el desarrollo del compositor.
“La duración también demuestra que necesitaba escribir obras cada vez más largas porque requería más tiempo para expresarse e inclusive llegar a la locura, nunca antes vista, de incluir un coro con solistas para poder cantar ese texto tan impresionante de Friedrich von Schiller: La Oda a la Alegría, una composición poética lírica escrita en 1785 y publicada por primera vez en 1786”.
LA ODA A LA ALEGRÍA ES UN LLAMADO A LA LIBERTAD
La Oda a la Alegría es un llamado a la libertad, al amor común entre los hombres, a la hermandad, es un recordatorio de que los humanos cuando se ponen de acuerdo pueden lograr cosas increíbles, dice Macías. “Ese es uno de los valores de esta obra que rompió completamente los moldes, los cánones clásicos. Una sinfonía nunca antes incluyo coristas, tampoco solistas, nunca antes hubo una sinfonía tan poderosa “.
La Novena Sinfonía, con sus 200 páginas manuscritas por Ludwig van Beethoven, forma parte oficialmente desde 2013 de la “Memoria del Mundo” de la Unesco. De acuerdo con la oficina de la ONU, la pieza contiene “una de las más impresionantes y fantásticas nociones de la obra de Beethoven” y “su influencia en la historia de la música ha sido decisiva e intensa en los siglos XIX y XX”.
El programa que se presentará el próximo 7 de mayo en el Auditorio Nacional se complementará con otras dos obras destacadas de la música sinfónica: la obertura Egmont, compuesta por Beethoven entre 1809 y 1810, que forma parte de la ópera del mismo nombre de Johann Wolfgang Von Goethe.
Esta obra, estrenada en Viena en 1810, recibió elogios del propio Goethe, quien manifestó su admiración por la genialidad de Beethoven. Asimismo, Las Danzas Polovtsianas, fragmento de la ópera El Príncipe Ígor de Aleksandr Borodín, estrenada en 1890, se ha convertido en una de las obras más populares del repertorio clásico y un ejemplo magistral de música coral. N