Hay ciertos individuos que, cuando vuelven la mirada hacia quienes los rodean, ven rostros con rasgos demoniacos, perturbadores y distorsionados. Sin embargo, todo se debe a un raro trastorno médico. Conocido como prosopometamorfopsia (PMO), el padecimiento ocasiona que la persona afectada perciba formas, colores, tamaños y proporciones faciales alteradas.
Pero ahora, en un artículo publicado el 21 de marzo en la revista The Lancet, un equipo de investigadores revela cómo las personas que padecen de PMO perciben los rostros de los demás. Se trata del primer informe científico que incluye representaciones fotorrealistas de las distorsiones faciales que experimentan los individuos que tienen esta condición.
Las imágenes se basan en las visualizaciones de un paciente masculino de 58 años que sufre de un caso muy peculiar de prosopometamorfopsia. Dicha peculiaridad es que los rasgos faciales siempre se distorsionan cuando este individuo ve rostros en la vida real… cosa que no le sucede cuando mira los mismos rostros en una pantalla.
Esto lo convirtió en el candidato idóneo para estudiar el trastorno, ya que los investigadores pudieron pedirle que comparara la precisión de las distorsiones faciales que el equipo generaba en pantalla contra lo que el paciente veía en la vida real.
RECREARON EN COMPUTADORA LOS ROSTROS DISTORSIONADOS
“Los pacientes con PMO que han participado en otras investigaciones no han podido evaluar la exactitud de las visualizaciones generadas en computadora. La razón es que las imágenes presentadas no dejan de ser rostros, de modo que los pacientes siguen distorsionándolos”, explicó el psicólogo Antônio Mello, autor principal del estudio y candidato doctoral en el Departamento de Psicología y Neurociencias de Dartmouth College, Nueva Hampshire, Estados Unidos. “Este proceso nos permitió visualizar, en tiempo real, las distorsiones que percibe el paciente”, agregó Mello.
Si bien aún se desconoce la causa de esta condición, algunas teorías sugieren que la prosopometamorfopsia podría ser consecuencia de daños o problemas que afectan ciertas áreas del cerebro —incluidos la región facial fusiforme (FFA, por sus siglas en inglés) y el surco temporal superior (STS)— o incluso una manifestación de epilepsia.
El trastorno es tan raro que solo se han documentado 75 casos de personas con PMO. La severidad del padecimiento varía mucho de una persona a otra. A menudo afecta rasgos específicos del rostro, y distorsiona unos aspectos más que otros (por ejemplo, forma, tamaño o color). La duración del trastorno también es muy variable, y los investigadores señalan que puede persistir “algunos días, semanas o incluso años”.
A LOS PACIENTES CON PROSOPOMETAMORFOPSIA LOS MEDICAN CONTRA LA ESQUIZOFRENIA
En su artículo, el equipo describe cómo generó las representaciones visuales. Los investigadores empezaron por retratar el rostro de una persona, y luego presentaron la imagen en una pantalla al mismo tiempo que el paciente miraba la cara de la persona en cuestión.
A continuación, con base en la información que proporcionaba el paciente, alteraron la imagen en pantalla hasta hacerla coincidir con la distorsión percibida en la vida real.
Los investigadores confían en que su estudio contribuirá a que los profesionales de la salud tomen con más seriedad el problema de la prosopometamorfopsia, pues es muy frecuente que los individuos afectados sean diagnosticados con algún otro trastorno de salud mental.
“Sabemos de muchas personas afectadas de PMO que acudieron a un psiquiatra y este, sin más rodeos, hizo el diagnóstico de esquizofrenia y prescribió antipsicóticos, cuando el problema real era un trastorno de la percepción visual”, reveló en un comunicado el Dr. Brad Duchaine, coautor principal del estudio y profesor de psicología y neurociencias en el Laboratorio de Percepción Social de Dartmouth.
“Es común que los aquejados de prosopometamorfopsia se abstengan de hablar de su problema de percepción facial, pues tienen el temor de que los demás piensen que esas distorsiones son indicio de algún padecimiento psiquiátrico”, agregó Duchaine. “Hablamos de una condición que muchísima gente desconoce”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)