Desde la fundación de una modesta agencia de publicidad en Guatemala hasta alcanzar el reconocimiento en el ranking de Advertising Age Centroamérica, Marroquín ha demostrado que la innovación constante es el pilar del éxito en un mercado competitivo.
Ya sea al representar a destacados grupos de medios internacionales u ofreciendo consultoría estratégica en el manejo de crisis y marketing político, su visión global y vasta experiencia han consolidado su liderazgo en una industria en constante transformación. Su historia resalta la importancia de la pasión, la perseverancia y la adaptabilidad en el camino hacia el éxito empresarial, demostrando que, con determinación, no hay límite para lo que se puede lograr.
¿Cuál fue tu primer emprendimiento y qué aprendiste de él?
Mi primer negocio fue una pequeña agencia de publicidad de pocas personas que se atrevieron a creer en una causa, la cual unos años más tarde alcanzaría el gran logro de aparecer punteando en el ranking de Advertising Age Centroamérica. Logramos una gran inversión publicitaria tanto en Guatemala como Centroamérica trabajando para las marcas locales de mayor relevancia, así como muchas de las marcas internacionales más prestigiosas.
Esta experiencia me dejó grandes lecciones, la primera es que un emprendimiento es como un buen producto. Debes de preocuparte con pasión por concebirlo desde su formulación con diferenciales, hasta su imagen y forma de abordar el mercado para ganarlo.
El cliente siempre hace una elección entre uno y muchas otras opciones. Ganar esa elección implica diferenciales y valores agregados que significan encajar con sus necesidades, y principalmente superar sus expectativas. Aprendí también que un emprendimiento debe tener siempre una estrategia para no ser más de lo mismo en su categoría, y romper con lo establecido.
Y por último la importancia de construir prestigio, lo que solo se logra con trabajo arduo y transparencia con los clientes, ya que las empresas son entidades cuyo crecimiento y permanencia dependen en gran medida de su reputación y eso hay que construirlo y cuidarlo cada día. Pasarlo por alto puede salir muy caro.
A lo largo de los años he tenido la suerte de poder trabajar en algo que siempre me permitió soñar y dar rienda suelta a mi creatividad, y eso fue el primer paso para emprender.
¿En qué proyectos te estás enfocando ahora?
Siempre he pensado que la creatividad es una forma de vida. Y emprender se vuelve una adicción de hacer algo más y de reinventarse. Es una manera de crecer evolucionando con el reto de no acomodarse nunca. La publicidad y el marketing han dejado una huella imborrable que me hizo
quien soy, y sin duda fueron una gran preparación para lo que viene. Aunque mis empresas de publicidad hoy continúan con un nuevo empuje, estas las manejan ahora mis descendientes profesionales, un grupo de ejecutivos jóvenes entrenados por mí, comprometidos con una causa de lucha diaria. Ellos como yo están claros que las empresas requieren calidad de gente más que cantidad de colaboradores. Siempre he pensado que más vale tener poca gente excepcional que mucha gente de la media.
Hoy me dedico a dirigir de manera directa tres empresas, dos de ellas enfocadas en asesorar y representar a destacados grupos de medios internacionales de comunicación, y la tercera dedicada a asesorar empresas importantes en el área de manejo de crisis y consultoría estratégica en aspectos reputacionales. Esto último representa un gran campo de oportunidad para hidroeléctricas, petroleras y empresas internacionales que invierten en Guatemala y que muchas veces enfrentan un marco legal complejo, opiniones culturales diversas y en algunos casos grupos que operan con intereses oscuros.
Complementariamente me dedico a darle continuidad a las asesorías de asuntos públicos y marketing político, áreas que a lo largo de mi carrera han requerido mis servicios. En síntesis, me dedico a pensar en lo que viene, porque como emprendedor confieso que el espíritu de retarme y volver a empezar algo grande no me deja tranquilo y seguro nunca lo hará …
¿Cuáles son las tendencias y oportunidades que se están abriendo en Guatemala y cómo las puede aprovechar la siguiente generación de emprendedores?
Aunque suene una frase estereotipada el mundo ya no es lo que era, y creo que la oportunidad de ser global es real y está al alcance. Guatemala posee una estabilidad monetaria y cambiaria desde hace muchos años, notable a nivel mundial, siendo además uno de los países menos endeudados de Latinoamérica. Y por ello veo para el emprendedor guatemalteco las oportunidades que genera una economía estable, que es ahora la más grande de Centroamérica, con un PIB que incluso creció en la época de la pandemia más que en los últimos cuarenta años, y que se mantiene en buena medida debido al trabajo tesonero de los empresarios del país.
Todo lo anterior pese a sus falencias como por ejemplo una infraestructura vial que hay que mejorar notablemente y aspectos de entorno político. Sin embargo Guatemala es hoy por hoy es uno de los destinos clave de las grandes empresas mundiales para invertir en sus operaciones y el near shoring.
El país tiene además una posición estratégica envidiable ya que se constituye en la puerta de entrada al mercado de Norte América, el más grande del mundo, contando además con puertos tanto en el océano Atlántico como el Pacífico.
Esto significa un panorama de oportunidad creciente para un gran número de emprendedores que esencialmente son mipymes que proveen productos y servicios para esas grandes empresas internacionales que requieren aliados locales. Y actualmente son esas empresas mipymes las que generan arriba del 70 por ciento de los empleos en todo el país.
Estoy seguro que el emprendimiento seguirá creciendo porque emprender se ha vuelto una cultura de autosuficiencia en un país en donde la gente sueña y las oportunidades de trabajo formal son limitadas.
¿Cuál consideras que es la cualidad más importante que debe tener un emprendedor?
A lo largo de mi carrera he notado que es difícil encontrar gente con la capacidad de cumplir lo que dice que quiere alcanzar, gente que vuelve un sueño realidad, y más aún lo vuelve facturación y réditos empresariales. Pienso que el mundo está lleno de grandes soñadores pero malos realizadores. Y esa es la gran oportunidad del emprendedor auténtico.
Normalmente el emprendedor no cuenta con grandes capitales de respaldo o planes largoplacistas para alcanzar el éxito, por lo que lucha siempre contra el tiempo y está obligado a realizar y a concretar de manera rápida y efectiva.
La determinación y perseverancia son necesarias, pero principalmente el deseo de aprender en el camino. El emprendedor es un guerrero que puede iniciar su trayectoria con herramientas rudimentarias, pero que obligadamente para sobrevivir en el mundo de los negocios está llamado a prepararse, tecnificarse, actualizarse y re inventarse constantemente sí lo que quiere es crecer y ser protagonista en su mercado.
¿Cómo ha evolucionado tu estilo de liderazgo desde tus inicios hasta el día de hoy?
Hace unos días leí una frase que me dió mucha risa y decía algo como: “Tú jefe puede tener más impacto en tu salud mental que tu psicólogo o tu doctor. Tener un buen jefe literalmente te cambia la vida.”
Y creo que más allá de un buen jefe la gran lección es que debes ser un buen líder para ser un buen jefe. Eso significa una relación mucho más profunda con tus colaboradores. Bajo este enfoque las personas prefieren comprometerse con un líder inspirador que da el ejemplo, que con un jefe dictatorial que hace valer su cargo.
Creo que hoy mi forma de liderazgo es más relajada sin dejar de exigir excelencia. Tengo la fortuna de dirigir a un grupo de líderes con hambre que saben hacer las cosas bien. Y eso te facilita mucho el trabajo, es bueno dirigir gente que en muchos aspectos es mejor que uno. Ya no se trata de mandarlos se trata de acompañarlos, y porqué no decirlo, ser su coach.
¿Cuál es el mejor consejo que has recibido?
Fueron dos los que me vienen a la mente: El primero me lo dio un señor de edad avanzada, y me dijo esto: “Manolo cuando le estés pegando a la piñata nunca dejes de pegarle. Porque si dejas de pegarle y te vas a descansar, cuando regreses ya le estará pegando otro… Y habrás perdido tu turno.”
Y el otro fue un amigo que me dijo algo en la época en que lo quería ganar todo y en todos los ámbitos: “Aprende a elegir tus batallas, no debes pelearlas todas. Hay que saber elegir cuáles pelearás dependiendo del valor de lo que obtendrás al ganarlas. Hay batallas que hay que dejar ganarlas a los demás.”
¿Qué habilidades sociales has encontrado más importantes a la hora de gestionar un negocio?
Indudablemente hablar con honestidad y transparencia. Dar siempre más de lo que se ofrece en cualquier negocio. Y segundo, buscar siempre beneficiar al ser humano. Los buenos negocios son para ganar dinero pero no solo para la empresa, sino también para la estabilidad de sus colaboradores y de la misma sociedad. La sensibilidad social debe ser verbo, no sustantivo, diría el gran cantautor guatemalteco Ricardo Arjona.
¿Cómo mantienes relaciones sólidas con proveedores y socios?
Ofreciéndoles estabilidad de relación y entendiendo que los negocios son de mutua conveniencia y beneficios. Cuando esto no sucede y una parte utiliza o se aprovecha de la otra las relaciones son cortoplacistas. Y finalmente con honestidad y cumplimento, eso forma relaciones de toda una vida.
¿Cómo evalúas si una oportunidad es adecuada para tus negocios?
Lo vislumbro estudiando el mercado en el que se compite y sus variables. Y luego pienso que el día a día te irá diciendo mucho. Soy de riesgos calculados y prefiero ser agresivo en la forma pero nunca arriesgarlo todo por un nuevo sueño.
También lo evalúo bajo la lupa de la repercusión reputacional para la empresa a futuro. Creo firmemente que es importante partir de la base que no solo los clientes eligen a sus asesores o proveedores. Las Empresas de Servicios también deben ser selectivas y tomar en cuenta este factor con la visión de construir una trayectoria de largo plazo para un buen nombre.
¿Cuál es el proyecto que te tiene más entusiasmado viendo hacia el futuro?
El lograr que el emprendedor guatemalteco tenga el rol protagónico que se merece como el gran motor de la economía que es, y que ha sido históricamente. Visibilizar a este grupo que es la expresión de la clase media luchadora de un país para que su efecto de éxito productivo también sirva de inspiración para las nuevas generaciones de emprendedores. Es un proyecto en el que estamos trabajando desde hace varios años a través de Empredegua que es la asociación que fundamos con un grupo de emprendedores de Guatemala.
¿Qué le aconsejarías a alguien que está pensando en abrir su propia empresa?
Que no deje de soñar nunca, que trabaje arduamente y que nunca se rinda. Y que siempre esté consciente de que el emprender un negocio no significa que las cosas serán más fáciles, al contrario. Pero que emprender es la mejor decisión que pueden tomar al pasar los años, si se enfrenta y vive con fe y pasión. N