El papa Francisco defendió una vez más su decisión de permitir la bendición a homosexuales, este viernes 26 de enero, aunque aclaró que la Iglesia todavía considera que las relaciones entre personas del mismo sexo son irregulares y potencialmente pecaminosas.
En un documento publicado en diciembre, el Vaticano autorizó la bendición a las parejas “en situación irregular” a los ojos de la Iglesia católica, incluyendo a las personas del mismo sexo, pero fuera de los rituales litúrgicos. Esta medida provocó el rechazo de algunos conservadores, sobre todo en África, donde la homosexualidad es aún ilegal en varios países.
“Estas bendiciones, fuera de cualquier contexto y forma litúrgica, no exigen la perfección moral para ser recibidas. Cuando una pareja se acerca espontáneamente para pedirlas, no se bendice a la unión, sino simplemente a las personas que juntas las han pedido “, afirmó Francisco en un discurso ante los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Los críticos lamentaban sobre todo la “confusión” provocada por el documento, ya que la Iglesia sigue considerando la homosexualidad como un pecado. “No a la unión, sino a las personas”, enfatizó el papa argentino, quien subrayó además la importancia de tener en cuenta “el contexto, las sensibilidades, los lugares donde se vive y las formas más adecuadas de hacerlo”.
SEGUNDA VEZ QUE FRANCISCO DEFIENDE SU POSTURA SOBRE LA BENDICIÓN A HOMOSEXUALES
Es la segunda vez que el papa Francisco defiende su postura en público, ya que lo hizo durante una entrevista con una cadena de televisión italiana el 14 de enero. El permiso del Vaticano para dar bendiciones a las parejas del mismo sexo, anunciado el 18 de diciembre, ha provocado reacciones entre más obispos conservadores.
El mismo mes, el prefecto (máximo responsable) del Dicasterio, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, intentó calmar la polémica subrayando que es necesario tomar en cuenta “la delicada situación de ciertos países”.
Sin embargo, la revuelta se expresó al más alto nivel de la Iglesia. El cardenal guineano Robert Sarah, figura influyente en el campo conservador, denunció una “herejía”, mientras que el cardenal chino Joseph Zen, de 92 años, pidió la salida de monseñor Fernández.
Los obispos de Zambia y Malawi ya han declarado que no habrá bendiciones para las parejas del mismo sexo en sus países. En Zambia, las relaciones homosexuales pueden castigarse con una pena de entre 15 años y cadena perpetua, mientras que en Malawi se castiga con hasta 14 años de prisión, según informa Newsweek.
Desde su elección en 2013, el papa Francisco ha insistido en la importancia de abrir la Iglesia y en particular a los fieles LGTB+, pero sus esfuerzos han encontrado una fuerte resistencia. N