Un grupo de expertos descubrió que un barco hundido hace más de 200 años y que causó cientos de muertes se encuentra en un “excelente” estado de conservación. La embarcación, llamada “Santa María Magdalena”, era una fragata de madera construida en 1773 en la región de Galicia, en el noroeste de España.
El buque de la Armada española medía 40.8 metros de largo y contaba con un armamento de 38 cañones. Se hundió en 1810 junto con otro buque, el “Palomo”, en la ría de Viveiro, situada en la costa norte de Galicia, en medio de una tormenta. El suceso provocó la muerte de más de 500 personas.
Los arqueólogos submarinos han hecho investigaciones en el estuario y recientemente han realizado una serie de hallazgos en el lugar del naufragio, gran parte del cual está enterrado bajo arena.
Este mes, un equipo liderado por la Federación Española de Actividades Subacuáticas (FEDAS) ha examinado la sentina del pecio, que ya fue sondeada el año pasado.
La sentina es la parte más inferior de un buque donde el fondo se curva hacia arriba para encontrarse con los costados. La intención del reciente trabajo fue documentar la estructura del barco hundido.
Estas investigaciones han revelado una gran parte de la estructura del barco, incluidos alrededor de 8 metros cuadrados de sentina, y también una sección de una de sus bordas (el parapeto que bordea la parte superior del casco de un barco).
UN BUEN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN CON EL BARCO HUNDIDO
Uno de los arqueólogos y director de las investigaciones, Antón López, dijo al periódico La Voz de Galicia que los restos de la embarcación se encuentran en un estado de conservación “excelente”, como si acabara de hundirse ayer.
“Con la cantidad de estructura conservada que hay tenemos material suficiente para hacer un buen proyecto de investigación. En cuanto a arquitectura naval, es un auténtico museo submarino”, afirmó López.
El equipo también encontró gran cantidad de municiones, incluido un conjunto de proyectiles redondos de aproximadamente 1.83 de largo, así como lastres—materiales utilizados para proporcionar estabilidad a una embarcación.
El revestimiento de madera del buque, que recubre su estructura, parece estar en “perfecto estado, sin daños biológicos ni roturas”, afirmó López. Gracias al descubrimiento de la estructura del pecio, los investigadores podrán aprender más sobre la tecnología que se utilizó para construir la fragata.
“Queremos conocer las técnicas que aplicaron los carpinteros ribereños y también el diseño constructivo. Hoy no tenemos el plano del barco”, manifestó Antón López.
Para ayudar a revelar las estructuras ocultas del naufragio, el equipo empleó un dispositivo de succión de agua, que desplaza los sedimentos en el fondo del estuario.
Para evitar el deterioro, los investigadores volverán a cubrir los restos del barco hundido con arena para proteger la madera, una vez que hayan completado las investigaciones. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)