Como el primer eslabón en la cadena de suministro, los parques industriales desempeñan un papel fundamental en garantizar la continuidad de las actividades productivas en su interior. Para asegurar un funcionamiento continuo y efectivo, es imprescindible que estos espacios cumplan con rigurosos estándares internacionales en cuanto a infraestructura, equipamiento, servicios básicos y, sobre todo, medidas de la seguridad.
Al hacerlo, se establece un entorno propicio para el desarrollo y la productividad, promoviendo así el crecimiento sostenido de las industrias y fortaleciendo la competitividad nacional.
Para que su estrategia de seguridad sea efectiva, necesariamente un parque industrial debe contar con todos sus documentos normativos (protocolos, guías, estándares, reglamentos, planes y acciones), de manera ordenada, lógica y secuencial.
El reglamento interno, donde se establecen las pautas de comportamiento para administradores y usuarios, es el primer documento que debe tener un parque industrial para reducir riesgos y evitar malas prácticas, así como el mal uso de las instalaciones.
Después de los ataques terroristas del 11-S, en Estados Unidos se adoptaron varias medidas de seguridad, especialmente respecto al comercio internacional. Como resultado, el Departamento de Aduanas de Estados Unidos creó el programa de certificación de seguridad C-TPAT (Customs Trade Partnership Against Terrorism).
Por otro lado, en 2005 la Organización Mundial de Aduanas (OMA) aprobó el Marco SAFE con el objetivo de garantizar la seguridad y facilidad del comercio internacional. Este marco incluye la figura de operadores económicos autorizados y establece principios, condiciones y normas que las administraciones de aduanas de los países afiliados deben seguir para implementar programas de mejora de la seguridad.
LA SEGURIDAD ES PRIMORDIAL
En respuesta a estas medidas, en 2012 México estableció el Esquema de Empresa Certificada (NEEC), para después homologar en 2016 el esquema con el programa Operador Económico Autorizado (OEA), actualmente vigente.
El OEA cuenta con estándares para la certificación de parques industriales, los cuales procuran la implementación de prácticas y procesos de seguridad para proteger las cadenas de suministro y reducir el riesgo en las instalaciones. Este programa está dirigido a parques industriales que ya están en operación y cuyo perímetro está delimitado por una barrera.
Ante esta situación, la AMPIP se dio a la tarea de desarrollar una guía con los criterios de seguridad en parques industriales (Guía AMPIP), aplicable a parques independientemente del desarrollo de su infraestructura (en construcción o en operación) y del perímetro que los delimite (abierto o cerrado).
Así surgió el Programa AMPIP Parque Industrial Seguro, que toma en cuenta el Programa OEA, el C-TPAT y las normas ISO enfocadas a la evaluación y gestión de riesgo.
La Guía AMPIP consta de 224 criterios mínimos de seguridad, gracias a los cuales en los parques industriales se pueden diseñar políticas y contar con procedimientos de análisis documentados para identificar riesgos y vulnerabilidades que se puedan manifestar tanto dentro como fuera de los parques. N