Cada mañana, Valentin Dudkin toma el trombón que había dejado de lado durante 30 años para tocar el himno nacional de Ucrania en el patio de su edificio, en Kiev.
Este director de orquesta jubilado, de 80 años, decidió desempolvar su instrumento musical después de que el líder ruso Vladimir Putin enviara tropas a Ucrania en febrero de 2022. “El comienzo de la guerra me incitó a retomarlo”, después de tres décadas, explica a la AFP este graduado del Conservatorio de Donetsk, en el este de Ucrania.
Llueva o truene, y con su esposa de 83 años a su lado, Dudkin empieza a tocar a las 09:01 horas, después de observar un minuto de silencio. Su repertorio consiste generalmente en el himno nacional y “Chervona Kalina”, una canción folclórica muy popular que se convirtió en el himno oficioso de la resistencia.
Dudkin ha ganado rápidamente un pequeño número de seguidores. Los vecinos elogian sus esfuerzos para animarlos con sus conciertos al aire libre. Esta mañana varias personas se congregan para escucharlo, a pesar de la lluvia.
Dos mujeres despliegan la bandera nacional, azul y amarilla, con los eslóganes “¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!”. Los vecinos bromean y ríen, mientras varios perros juegan bajo la lluvia. La pequeña multitud guarda sin embargo silencio cuando Dudkin rompe a tocar. Sus notas inundan el patio flanqueado por coloridos bloques de torres.
LAS REUNIONES MATUTINAS EN UCRANIA
Dudkin afirma que los lugareños le agradecen su música y que le dicen: “Nos alegras. Nos devuelves la vida”. Según su vecina Natalia Shaika, las reuniones matutinas —”todos los días, independientemente del tiempo”— les permiten clamar su “fuerte deseo” de derrotar a los rusos.
“Nos conocimos y decidimos cantar el himno ucraniano todas las mañanas bajo el liderazgo de Valentin”, relata otra mujer, Svitlana Novikova.
“Cantaremos hasta que ganemos”, apostilla el músico. El aficionado más joven del grupo es Andriusha, de dos años, que despierta a su abuela todos los días, ansioso por no perderse a “Du du”. De vuelta en casa, Dudkin y su esposa, oriundos de la región oriental de Donetsk, muestran viejas fotografías en blanco y negro.
“Éramos tan guapos en aquella época… ¿No les parece?”, exclama Dudkin. La pareja dice que los conciertos al aire libre son su contribución al esfuerzo de guerra. “Sentimos el deber de hacerlo, un deber hacia nosotros mismos”, insiste Dudkin. N