El terremoto con epicentro en Turquía y que también afectó a Siria el 6 de febrero pasado superó los 41,000 muertos este jueves 16 de febrero, según los recuentos oficiales actualizados. La catástrofe llevó a las Naciones Unidas a solicitar 1,000 millones de dólares para afrontar la creciente crisis humanitaria.
Miles de personas en las zonas afectadas enfrentan una emergencia paralela conforme tratan de recoger sus pertenencias en medio del frío extremo, sin comida, agua o sanitarios, lo que aumenta las posibilidades de que el desastre escale por cuenta de las enfermedades.
“Las necesidades son enormes, la gente está sufriendo y no hay tiempo que perder”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado, donde solicitó fondos para socorrer a las víctimas.
TERREMOTO EN TURQUÍA DEJÓ MÁS DE 9 MILLONES DE PERSONAS AFECTADAS
Solo en Turquía, más de nueve millones de personas se han visto directamente afectadas por la catástrofe sin precedentes, que ha causado 35,000 muertos en ese país, según las últimas cifras facilitadas por el gobierno.
Los seísmos se produjeron en pleno invierno y dejaron a cientos de miles de personas, incluidos niños pequeños y ancianos, sin acceso a refugio, alimentos, agua, calefactores y atención médica en temperaturas bajo cero.
Unos 47,000 edificios han quedado destruidos o dañados, entre ellos escuelas, hospitales y otros servicios esenciales y miles de personas han buscado refugio en albergues provisionales. Muchas familias han quedado separadas y cientos de niños han quedado huérfanos o no han podido reunirse con sus padres.
SIRIA Y TURQUÍA SUSPENDIERON OPERACIONES DE RESCATE
El dinero “permitiría a organizaciones de ayuda aumentar rápidamente el soporte vital” en áreas como la seguridad alimentaria, protección, educación, agua y refugio, indicó la ONU. Guterres añadió: “Insto a la comunidad internacional a intensificar y financiar completamente este esfuerzo crucial en respuesta a uno de los peores desastres naturales de nuestros tiempos”.
El terremoto, ocurrido en una de las mayores zonas de actividad sísmica en el mundo, azotó áreas altamente pobladas mientras la gente dormía, y casas que no estaban construidas para soportar las poderosas vibraciones del suelo. El presidente turco, Tayyip Erdogan, ha rechazado acusaciones según las cuales su gobierno fracasó en dar respuesta al desastre natural más mortífero del país en los últimos tiempos.
Turquía suspendió las operaciones de rescate en algunas regiones y el gobierno de Siria ha hecho lo mismo en áreas bajo su control. La Cruz Roja triplicó este jueves su solicitud de fondo de emergencia a más de 700 millones de dólares. La situación en el noroeste de Siria que está en poder de los rebeldes es particularmente difícil, pues la ayuda tarda en llegar en esa región devastada por años de conflicto. N
(Con información de AFP)