El campo del aislamiento térmico está en constante movimiento debido a los cambios de temperatura en las distintas zonas climáticas.
Existen, además, diversos requerimientos del mercado que, a su vez, han incorporado estándares y certificaciones de sostenibilidad. Consideraciones de suma importancia al momento de decidir el material a utilizar en una nave industrial. Hay materiales que, al reducir la transferencia de calor en la envolvente de una edificación, permiten ahorros por diversas vías. Por ejemplo, el tamaño del sistema del aire acondicionado puede ser menor, lo que repercute en el consumo de energía.
En el interior de las edificaciones, las pérdidas y ganancias de calor se producen a través de la envolvente, por lo que es importante que el aislamiento sea el adecuado. Así como en cubierta, también es igual de importante considerar el aislamiento en fachada, donde se utiliza el mismo material, pero en un espesor menor. Uno de los materiales más utilizados es la fibra de vidrio con barrera de vapor de polipropileno reforzado. Es un material que, por sus características aislantes frente a las temperaturas y la humedad, es ideal tanto para cubiertas, como para fachadas.
DEMANDA Y VENTAJAS DEL AISLAMIENTO TÉRMICO
La demanda de este recurso ha crecido en los últimos años. Además, debido a que es un material ignífugo, ayuda a la prevención de incendios y mejora el desempeño acústico en las naves industriales.
Entre las ventajas de mejorar el aislamiento térmico en naves industriales destacan, como ya se dijo, el ahorro energético. Este genera una disminución del gasto de energía por calefacción y refrigeración. Otro beneficio es la protección de los equipos, pues al mantener la temperatura y humedad estables, ven aumentado su tiempo útil.
El uso de la fibra de vidrio con barrera de vapor de polipropileno reforzado genera además un confort térmico en los lugares donde se use. Esto se debe a que un buen aislamiento térmico mantiene estable la temperatura de la nave.
En tema ambiental, usar este material implica una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se logra gracias a que las naves industriales tienen una menor dependencia de los combustibles fósiles.
Estas importantes ventajas se pueden multiplicar al sumarse los esfuerzos de cada empresa y su nave dentro de un parque industrial. De esta forma se podrá conseguir una mejora en la rentabilidad y eficiencia energética de los parques. Y, en conjunto, como efecto positivo, ayudar a las empresas a cumplir sus metas de sustentabilidad. N
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