El Comité de Derechos del Niño de la ONU denunció que militares y policías antidisturbios dispararon gases lacrimógenos y perdigones contra grupos de manifestantes indígenas entre los que había niños y adolescentes. Las protestas exigir a las autoridades que reduzcan los precios de los combustibles y el coste de la vida.
El Comité emitió una declaración en respuesta “al gran número de niños y adolescentes indígenas sometidos a una violenta represión”.
“Según varias fuentes fiables, se han autorizado formas de munición potencialmente letales, como perdigones, para reprimir las protestas. También hemos recibido información de niños expuestos a los graves efectos secundarios causados por el uso indiscriminado y desproporcionado de gases lacrimógenos”, aseguran en el comunicado.
Además, han recibido información de muchos niños y niñas que deambulan solos por la capital del país. Ello sin protección y sin contacto con sus cuidadores o referentes familiares adultos “como consecuencia de las acciones represivas del Estado”. Asimismo, les preocupa el importante número de adolescentes lesionados.
Los miembros aseguran que los niños están experimentando “profunda confusión, angustia y miedo”. Ello como consecuencia “del caos provocado por la represión descontrolada, que incluso se ha extendido a zonas identificadas como pacíficas”.
UN BRUTAL DESALOJO DE INDÍGENAS
“El brutal desalojo de asambleas no violentas en sitios como la Casa de la Cultura, donde muchas madres se reunían en compañía de niños, niñas y adolescentes, fue especialmente grave e injustificable”, sostienen.
Si bien celebra el levantamiento del estado de emergencia y las conversaciones entre funcionarios del Gobierno y los pueblos indígenas, el Comité exige que el Estado cese de inmediato y por completo el uso de la fuerza fuera de las normas internacionales y que investigue inmediatamente los incidentes denunciados.
Hace un llamado a todas las partes, incluyendo a quienes participan en las protestas, a que protejan a todos los niños, niñas y adolescentes durante las manifestaciones.
CUATRO MUERTOS Y CENTENAR DE HERIDOS
Según informaciones de prensa, el diálogo entre el Gobierno y el movimiento indígena quedó este martes en vilo. Ello tras un ataque en el que falleció un militar, lo que llevó al presidente, Guillermo Lasso, a romper las conversaciones con Leonidas Iza, principal promotor de las movilizaciones.
Al menos otras cuatro personas han muerto y un centenar han resultado heridas en los diez días de protestas.
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en América del Sur instó este pasado sábado a todos los actores políticos y sociales de Ecuador a “iniciar de forma urgente un diálogo significativo y de buena fe”, que ofrezca una salida a las tensiones y violencia. N