La pandemia de covid-19 ha sido un factor clave para demorar el avance hacia el acceso universal a la energía. En todo el mundo, 733 millones de personas todavía carecen de acceso a la electricidad.
En tanto, 2,400 millones de personas aún cocinan con combustibles que son perjudiciales para su salud y para el medioambiente, reporta este miércoles el informe sobre los progresos para alcanzar el séptimo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en su versión 2022.
Al ritmo de avance actual, 670 millones de personas seguirán sin tener electricidad para 2030, es decir, 10 millones más que lo proyectado el año pasado.
Según la edición de 2022 de “Seguimiento del ODS 7: informe de progreso en materia de energía”, los efectos de la pandemia, como los confinamientos, las interrupciones en las cadenas de suministro internacionales y la desviación de recursos fiscales para lograr que los precios de los alimentos y el combustible se mantuvieran asequibles, han afectado la velocidad a la que se ha avanzado hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7. Con lo que se busca garantizar el acceso a energía asequible, confiable, sostenible y moderna para 2030.
Los avances se han visto obstaculizados especialmente en los países más vulnerables y en aquellos que ya estaban rezagados en cuanto al acceso a la energía. Casi 90 millones de personas en Asia y África que habían conseguido acceder a electricidad ya no pueden pagar sus necesidades energéticas básicas.
INCERTIDUMBRE EN LOS MERCADOS MUNDIALES
“Los impactos en la energía causados por la crisis de covid-19 se han intensificado en los últimos meses por la invasión rusa a Ucrania. Lo que ha generado incertidumbre en los mercados mundiales de petróleo y gas y ha disparado los precios de la energía”.
Esos impactos en la energía se han agravado en los últimos meses con la guerra en Ucrania. Estos han generado incertidumbre en los mercados mundiales de petróleo y gas y ha disparado los precios de la energía.
África continúa siendo la región menos electrificada del mundo con 568 millones de personas sin acceso a esa fuente de energía. La proporción de África subsahariana de la población mundial sin electricidad aumentó al 77 por ciento en 2020 del 71 por ciento en 2018. Mientras que la mayoría de las otras regiones vieron disminuciones en su déficit de acceso.
Las agencias detallaron que si bien 70 millones de personas en el mundo accedieron a tecnologías y combustibles limpios para cocinar, este progreso no fue suficiente para seguir el ritmo del crecimiento de la población, especialmente en África subsahariana.
También enfatiza que aunque la energía renovable fue la única fuente de energía que creció durante la pandemia, muchos de los países con mayor necesidad de electricidad se quedaron muy atrás. Esta situación se exacerbó con la disminución por segundo año consecutivo de los flujos financieros internacionales. N
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