En un descubrimiento pionero, un conjunto de huellas notables encontradas recientemente en África Oriental revelaron que dos especies humanas extintas se cruzaron con pocas horas de diferencia, hace aproximadamente 1.5 millones de años.
Las huellas, descubiertas en un entorno de la orilla de un lago en la cuenca de Turkana, en el norte de Kenia, constituyen una sólida evidencia física de que varias especies de homínidos coexistieron en la región. Anteriormente, esto solo se había inferido a partir de evidencia fósil dispersa.
Homínidos es un término utilizado para referirse a los humanos y sus parientes extintos que surgieron después de la división del último ancestro común con los chimpancés.
“Este estudio prueba más allá de toda duda que no solo uno, sino dos homínidos diferentes caminaban sobre la misma superficie, literalmente con pocas horas de diferencia uno del otro. La idea de que vivieron contemporáneamente puede no ser una sorpresa, pero esta es la primera vez que se demuestra. Creo que es algo realmente importante”, sostuvo en un comunicado el autor del artículo y geólogo, Craig Feibel, de la Universidad Rutgers en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Se cree que durante gran parte del Plioceno (hace 5.3 a 1.8 millones de años) y el Pleistoceno (hace 2.58 millones a 11,700 años), múltiples especies de homínidos coexistieron en regiones del este y el sur de África. Pero debido a las limitaciones del registro fósil, existe una brecha en nuestra comprensión de cómo estos homínidos interactuaron entre sí.
ESPECIES HUMANAS EXTINTAS: INVESTIGADORES DESCUBREN HUELLAS FOSILIZADAS
El último estudio, publicado en la revista Science, aporta la primera evidencia de que los homínidos del Pleistoceno mostraban diferentes estilos de bipedalismo sobre la misma superficie de la huella. El bipedalismo es la capacidad de caminar erguido sobre dos piernas, un rasgo definitorio de los homínidos que los distingue de otros primates.
El equipo de investigación descubrió la primera de las huellas fosilizadas en 2021 y la superficie que las contenía fue excavada al año siguiente, revelando la extensión completa de las huellas.
Los autores del artículo determinaron que las huellas probablemente fueron hechas por Homo erectus y Paranthropus boisei, dos especies extintas de homínidos que alguna vez vivieron en la región. Los análisis también revelaron que las huellas tenían 1.5 millones de años y que se habían dejado con pocas horas de diferencia.
“Su presencia en la misma superficie, realizada muy cerca en el tiempo, ubica a las dos especies en el margen del lago, utilizando el mismo hábitat”, dijo Feibel.
Se cree que tanto el H. erectus como el P. boisei caminaban erguidos, como otros homínidos. La primera especie, considerada un antepasado directo de los humanos modernos, sobrevivió durante más de un millón de años después de que se dejaron las huellas de la cuenca de Turkana, pero la segunda solo sobrevivió unos pocos miles de años más, antes de extinguirse. Sin embargo, sigue siendo un misterio cómo pudieron haber interactuado estas especies entre sí.
“DAN VIDA A NUESTROS PARIENTES FÓSILES”
Los últimos resultados demuestran que tanto el Homo erectus como el Paranthropus boisei estaban presentes en la misma zona y que el hábitat del margen del lago probablemente era importante para ambas especies.
Basándose en la proximidad de las diferentes huellas en el sitio, los autores argumentan que las dos especies de homínidos probablemente tenían bajos niveles de competencia entre sí.
“Esto sugiere aspectos de la paleobiología que son difíciles de reconstruir, pero cruciales para mejorar nuestra comprensión de estas y otras especies de homínidos”, escribió el antropólogo William Harcourt-Smith del Lehman College, que no participó en el estudio, en un artículo de Perspective que acompaña al estudio. Los hallazgos resaltan la posible influencia de diferentes niveles de coexistencia y competencia en la evolución humana, según los investigadores.
“Las huellas fósiles son emocionantes porque proporcionan información que dan vida a nuestros parientes fósiles”, comentó en una declaración Kevin Hatala, primer autor del estudio y profesor asociado de biología en la Universidad Chatham en Pittsburgh, Estados Unidos.
Con este tipo de datos, agregó, podemos ver cómo los individuos vivos, hace millones de años, se movían por su entorno y potencialmente interactuaban entre sí, incluso con otros animales. “Eso es algo que realmente no podemos obtener de los huesos o las herramientas de piedra”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)