En los 36 años que han pasado desde que el transbordador espacial Challenger explotó en el cielo de Florida, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha hecho muchos avances para garantizar que los viajes espaciales sean tan seguros como sea posible.
A los 73 segundos de su vuelo del 28 de enero de 1986 desde Cabo Cañaveral, el Challenger se despedazó violentamente. La tragedia causó la muerte de los siete astronautas a bordo. Fue el primer accidente fatal que involucró a una nave espacial estadounidense en vuelo.
Una investigación descubrió que el accidente fue el resultado de fallas dentro de las juntas tóricas del transbordador. Estas juntas diminutas fueron diseñadas para sellar porciones de los dos grandes cohetes aceleradores sólidos del Challenger.
Sin embargo, la temperatura fría de ese día puso en riesgo las juntas tóricas. Esto llevó a una falla dentro de uno de los cohetes aceleradores sólidos que provocó una explosión y, finalmente, el despedazamiento total del transbordador.
Como consecuencia de la investigación se criticó a la NASA y a Morton Thiokol, la compañía que construyó los cohetes aceleradores sólidos. Los informes indicaban que ambas partes ignoraron las advertencias de los ingenieros de que las juntas tóricas no funcionaban bien a temperatura baja.
La explosión del Challenger sigue siendo uno de los desastres más mortíferos en la historia del vuelo espacial.
En las más de tres décadas que han pasado desde entonces, la NASA ha dado grandes pasos para mejorar la seguridad de sus vehículos. Después de que el transbordador Columbia se desintegrara durante su reingreso, en 2003, lo que causó la muerte de los siete astronautas a bordo, se hicieron más alteraciones.
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Estas incluyeron una serie de cambios relacionados con los tanques de combustible del transbordador, así como “la instalación de rastreo con base en tierra, equipo de imágenes y análisis que registran todos los lanzamientos futuros con una velocidad y detalle sin precedentes”, dijo la NASA.
Esto permitió a científicos y técnicos estudiar mejor los lanzamientos, aterrizajes y actividad de vuelo de los transbordadores para monitorear cualquier problema.
El programa del transbordador espacial fue retirado en 2011. La NASA actualmente desarrolla vuelos junto con SpaceX, de Elon Musk, usando su nave espacial, Crew Dragon.
A pesar de que el programa cerró sus puertas, la NASA continuó trabajando para hacer los vuelos espaciales tan seguros como sea posible, sin importar el vehículo elegido.
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Esto incluye “establecer y garantizar el cumplimiento de la misión de la NASA… estrategias, políticas y estándares”, así como “dar análisis y recomendaciones para decisiones cruciales de seguridad de la agencia”. La OSMA también lleva a cabo evaluaciones independientes de varias tecnologías de la NASA para garantizar su seguridad.
Además, la NASA fundó un programa especializado de verificación y validación en 1993. Este busca ayudar a equilibrar la efectividad de costos del viaje espacial y seguir siendo tan seguro como sea posible. Eso incluye un software de gestión crucial de misión, el cual se usa en “las misiones de más alto perfil de la NASA”.
Otra división, el Programa de Investigación Humana, está “dedicada a descubrir los mejores métodos y tecnologías para apoyar el viaje espacial humano seguro y productivo”. Su labor implica reducir el riesgo a la salud de los astronautas mientras estén en el espacio.
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Los expertos han declarado que estos avances han reducido enormemente el riesgo general de volar hacia el cosmos. Space.com señaló que “un viaje en la cápsula Crew Dragon, de SpaceX, es alrededor de tres veces más seguro que un viaje en el transbordador espacial de la NASA en los últimos años de su operación”.
Teri Hamlin, funcionaria de la NASA, dijo a NPR que, en sus primeros días de uso en la década de 1980, el riesgo de un desastre catastrófico durante un vuelo del transbordador espacial era alrededor de 1 en 9. Para cuando el transbordador fue retirado, en 2011, esa cifra había disminuido a solo 1 en 90. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)