Aunque es de sobra conocido que la información es poder, divulgar ciencia puede ser una actividad que provoque ataques, especialmente en redes sociales. Los posicionamientos y la sociabilización de información por parte de científicos a lo largo de la pandemia han sido cruciales para que los gobiernos y ciudadanía tomen decisiones, sin embargo, también ha provocado un foco de agresiones hacia estos.
Una encuesta de Nature, respondida por más de 300 científicos, mayoritariamente de las regiones de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, demuestra que los posicionamientos y divulgación de información durante la pandemia por el covid-19 ha traído consigo ataques por bots o personas en redes sociales contra los científicos, lo que ha tenido como consecuencia estrés y afectaciones psicológicas.
Al menos dos tercios de los científicos contestaron tener experiencias negativas en redes, un 22 por ciento recibió amenazas de ataques físicos o violencia sexual e, incluso, un 15 por ciento declaró haber recibido amenazas de muerte.
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Además, los ataques no solo son aislados, muchas veces se realizan campañas coordinadas en redes sociales contra ellos y la violencia puede escalar a tal grado que se reciben llamadas telefónicas o correos electrónicos amenazantes. Si bien este fenómeno ha acontecido anteriormente con temas como el cambio climático, vacunas y los efectos de las armas en la violencia, durante la pandemia se han disparado estas agresiones contra los científicos que deciden compartir sus conocimientos y posicionamientos respecto al manejo del covid-19.
Los ataques cometidos contra los científicos pueden traer consigo un fenómeno indirecto de censura, pues, de acuerdo con la encuesta, quienes reciben amenazas o algún tipo de ataque se sienten menos inclinados a otorgar entrevistas o escribirpara medios de comunicación.
MÉXICO TAMBIÉN ATACA A SUS CIENTÍFICOS
El Dr. Alejandro Macías Hernández, catedrático de la Universidad de Guanajuato, declara que también ha recibido ataques en redes sociales. Si bien los cataloga sin importancia, estos dan cuenta de que en México estas formas de agresión son una constante. El doctor adjudica estos ataques a grupos de desinformación: “Sobre todo en Twitter llega a ser un poco más agresiva la oposición”.
Para el doctor de la Universidad de Guanajuato, estos ataques son solo una parte de un engranaje contra la comunidad científica debido a que los datos científicos muchas veces se contraponen con intereses variados que se anclan en la desinformación como metodología contra la ciencia.
Las agresiones contra la divulgación y comunicación científica pueden perjudicar la información disponible, así como la objetividad con la cual se toman las decisiones.
“Una sociedad que no tiene una buena formación científica acaba, en primer lugar, malgastando el tiempo en la opinión, sin tener una idea precisa de lo que está ocurriendo en la realidad”, acota Macías Hernández. “Y, por otro lado, es un gasto social también de recursos, porque se puede dejar de destinar dinero a lo que funciona para la sociedad al subsidiar actividades que son poco redituables”.
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Y añade: “Esto lo vemos frecuentemente, por ejemplo, cuando los gobiernos dejan de hacerle caso a los datos científicos, pero hay dinero para medios de comunicación, para productos milagro y para desinformar. Y al final eso cuesta en salud y en dinero”.
En México aún no existen estudios que profundicen sobre los ataques a científicos y la academia. La mayoría de los reportes sobre violencia digital se refieren a las infancias o afectaciones a las mujeres. Por ello, no hay un diagnóstico claro sobre cómo los ataques en redes sociales tienen consecuencias en el quehacer de la divulgación y comunicación de la ciencia. Sin embargo, el acoso y ataques cibernéticos son una realidad en nuestro país.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020, en México el 21 por ciento de los usuarios que usan internet mayores a 12 años manifiesta haber recibido alguna clase de acoso cibernético. La legislación vigente incluye las amenazas, el hostigamiento, la suplantación de identidad, la exclusión y la ciberpersecución como formas de acoso cibernético. Para proceder legalmente se debe interponer una denuncia ante la Policía Cibernética de la Comisión Nacional de Seguridad.
LA IMPORTANCIA DE LA DIVULGACIÓN Y COMUNICACIÓN CIENTÍFICA
La divulgación de la ciencia, según Ana María Sánchez Mora, maestra en Física y Literatura Comparada por la UNAM, se define como una labor multidisciplinaria cuyo objetivo es comunicar el conocimiento científico, mediante diversos medios, a diversos públicos voluntarios recreando ese conocimiento con fidelidad y contextualizándolo para hacerlo accesible.
Para la sociedad, la divulgación y comunicación de la ciencia es fundamental, pues otorga herramientas de conocimiento para enfrentarse a los diversos escenarios de decisión, por lo tanto, la relación entre medios de comunicación y la comunidad científica es esencial para que esa información pueda llegar a los públicos.
Para el doctor Alejandro Macías Hernández, la divulgación científica debería estar activa desde temprana edad: “Yo creo que sería muy importante que los niños desde pequeños tengan información sobre los métodos científicos, sobre la estadística, sobre la matemática, para entender la realidad y no dejarse llevar por noticias falsas. Para poder llevar su vida y tomar decisiones que tengan base en métodos científicos”.
Si la comprensión desde la ciencia comenzara en la infancia, la ciudadanía buscaría de forma más habitual informarse con fuentes y personal especializado, indica Macías.
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La Union of Concerned Scientist ha reiterado en múltiples ocasiones que la relación entre ciencia y democracia está íntimamente estrecha. La democracia es un régimen político que supone la decisión colectiva sobre los asuntos públicos, mientras que la ciencia otorga información basada en hechos.
Así, “la ciencia y la democracia son colaboradores indispensables para asegurar que las decisiones públicas sirvan al interés público”, enuncian en su sitio de internet.
La indefensión de los científicos es un problema de interés público, pues se pone en riesgo el derecho a la información de la ciudadanía, así como el respeto a la libertad de expresión y el ejercicio profesional de los científicos. N