LA SITUACIÓN que atraviesa Cuba se revisará en la próxima reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se reunirá el miércoles para debatir sobre las protestas que estallaron el pasado 11 de julio.
El Consejo Permanente de la OEA, órgano ejecutivo de la organización e integrado por sus 34 miembros activos, realizará una sesión virtual extraordinaria el 28 de julio para “abordar la situación en Cuba”, según un comunicado.
El orden del día prevé presentaciones de la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, así como del relator de la CIDH para Cuba, Edgar Stuardo Ralón, y del relator especial de la CIDH para la Libertad de Expresión, Pedro Vaca.
La CIDH, un órgano de la OEA, condenó en un comunicado el 15 de julio “la represión estatal y el uso de la fuerza” durante las protestas en Cuba, las cuales consideró “pacíficas”.
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La cita del miércoles fue convocada por la presidencia del Consejo Permanente, que actualmente ocupa Uruguay.
Su embajador, Washington Abdala, sugirió la semana pasada la realización de una sesión extraordinaria para analizar los “últimos acontecimientos registrados en Cuba”, que según dijo eran motivo de “preocupación” para él y otros representantes ante la OEA.
“La CIDH y sus relatorías especiales han sido muy firmes en la condena de la represión y el uso de la fuerza en el marco de las protestas sociales pacíficas que se han llevado a cabo en Cuba”, señaló entonces Abdala.
Cinco países miembros de la OEA (Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala y Honduras) se sumaron el lunes a una declaración impulsada por Estados Unidos “en apoyo al pueblo cubano”, que fue respaldada en total por una veintena de naciones de todo el mundo.
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En el texto, los ministros de relaciones exteriores “condenan los arrestos y detenciones masivas de manifestantes en Cuba y exhortan al gobierno a respetar los derechos y libertades universales del pueblo cubano, incluido el libre flujo de información a todos los cubanos”.
La OEA excluyó a Cuba de su participación en el sistema interamericano en 1962 por su adhesión al bloque comunista soviético y su enfrentamiento con Washington luego de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
Los miembros del bloque regional dejaron sin efecto esa decisión en 2009, señalando en una resolución que la participación de Cuba en la OEA “será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del Gobierno de la República de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA”.
Hasta ahora, La Habana no ha pedido su reincorporación al organismo regional, para la cual debería suscribir la Carta Democrática Interamericana. La OEA, con sede en Washington, considera a Cuba un miembro no activo de la organización. N