El embarazo adolescente, como tema de salud pública, está íntimamente relacionado con otras problemáticas psicológicas y sociales como la depresión, ansiedad y el aislamiento, tanto como causas como consecuencias, señaló en entrevista para Newsweek Aguascalientes, la psicóloga especialista en Sexología Clínica, Elena Agredano González.
“De acuerdo a mi experiencia en atención con adolescentes que llegan con situaciones de embarazo no planeado, llegan en crisis de ansiedad, se ve muy marcado un aislamiento familiar y social, hay deserción escolar, también hay confusión para generar un plan de vida”.
Según los datos del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), del 2017 al 2020 se registraron 4 mil 973 partos y cesáreas en mujeres de entre 12 y 18 años de edad.
De esa cantidad, 877 embarazos se registraron en adolescentes niñas y adolescentes de entre 12 y 15 años de edad.
La especialista refirió que es en la adolescencia cuando la persona tiene mayores cambios hormonales, psicológicos y anímicos, en busca de la identidad propia hacia la edad adulta.
“En esta etapa es muy importante el apoyo familiar, el escolar y el social; en esta etapa de los 10 a los 19 años según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es el pasaje de la infancia hacia la edad adulta todavía no está bien desarrollada la corteza pre-frontal, que es la que se encarga de la toma de decisiones y el control de impulsos”, comentó.
Aunado a esto, se mantienen los tabúes sobre la educación sexual, por lo que algunos adolescentes reciben la información del uso de métodos anticonceptivos a través de los amigos o el internet.
“En la educación integral de la sexualidad tenemos un grave problema porque llegan con información que tienen entre pares, son las mismas compañeras y compañeros quiénes hablan de los métodos anticonceptivos y no tienen un conocimiento e información adecuada, la mayoría tiene que ver con la cultura popular, los tabúes y los mitos”.
En este sentido, Elena Agredano indicó que las adolescentes pueden tener acceso los métodos anticonceptivos para evitar embarazos no planeados o el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS), y que las autoridades les garanticen el acceso a sus derechos reproductivos.
“Cuando hablamos de derechos sexuales y reproductivos, a veces pensamos que sólo tienen este derecho las personas adultas y también las jóvenes, pero sigue habiendo una segregación en las prácticas sexuales y al derecho al placer y a los adolescentes se les niegan estos derechos”, puntualizó.
En cualquiera de los casos, es recomendable que las jóvenes puedan recibir orientación por parte de algún especialista en ginecología o sexología, que le brinde información adecuada a su edad.
“Un método para adolescentes que podría ser de largo tiempo, sin que interfiera en lo hormonal es el DIU, hay uno que es para mujeres que ya parieron y otro para nulíparas, ese lo tienen en el ISSEA, en el IMSS no se manejaba el DIU para mujeres nulíparas, pero en la mayoría de las veces se les recomiendan los preservativos o los dispositivos antifecundativos hormonales”, finalizó la especialista.