EN MÉXICO, alrededor de 7 por ciento de la población padece asma, una enfermedad incurable de las vías respiratorias, pero que con tratamiento adecuado es controlable, lo que le permite a quien la padece realizar sus actividades cotidianas, sin embargo, en medio de la pandemia, las personas con asma son de alto riesgo debido a la respuesta que pueden tener ante una eventual infección por COVID-19.
“Una vez que el virus ingresa al cuerpo, comienza a causar lesiones en las vías respiratorias y los pulmones de una persona. Si bien cualquiera puede infectarse con el coronavirus, algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad más grave, incluidas las personas con asma de moderada a grave.
“Una persona con asma tiene una reserva respiratoria más baja que una persona sin ningún problema pulmonar”, explica el doctor Tim Connolly, neumólogo del Hospital Houston Methodist.
“Debido a esto, estas personas son más vulnerables y generalmente tienen más dificultades si sus pulmones se ven comprometidos por una infección aguda por coronavirus”, señala.
ASMA Y COVID-19
Si bien pueden desarrollarse enfermedades graves en personas con asma de moderada a grave, no es tan frecuente como se había previsto originalmente.
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“Al principio, asumimos que las personas con problemas pulmonares preexistentes, incluido el asma, se verían afectadas de manera desproporcionada por el virus. Pero lo que en realidad estamos viendo es que el COVID-19 parece estar apuntando a otros grupos de alto riesgo, particularmente a las personas con obesidad, diabetes o enfermedades vasculares como la hipertensión,” asegura Conolly.
Agregó que, “aún no entendemos bien por qué las personas con afecciones pulmonares preexistentes no constituyen una gran mayoría de los casos actuales de COVID-19 como se anticipó inicialmente. Los datos preliminares sugieren que las personas con asma pueden producir menos del receptor que usa el virus para invadir el cuerpo, llamado ACE2, lo que dificulta que este ingrese al huésped”, afirma el experto del Hospital Houston Methodist.
Connolly enfatizó en que, a pesar de todo, las personas con asma probablemente aún tienen un mayor riesgo de enfermarse gravemente como resultado de COVID-19. Esto significa que las personas con asma de moderada a grave deben tomar precauciones adicionales para proteger su salud durante la pandemia y evitar contagiarse.
PRECAUCIONES ADICIONALES
El experto indica que las personas con asma de moderada a severa deberán asegurarse de estar preparadas y manejar adecuadamente su enfermedad durante esta pandemia con medicamentos prescritos por el médico que forman parte de su régimen de mantenimiento.
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Así también deben mantener a mano un inhalador de rescate y asegurarse de que esté lleno y actualizado así como evitar los desencadenantes del asma.
“En este momento, la mejor manera para que una persona con asma no se contagie con COVID-19 es evitar la exposición al nuevo coronavirus mediante el distanciamiento social y el uso de cubrebocas, así como las medidas de higiene ya establecidas,” finalizó Conolly.