Un estudio de la ONU propone que las personas más pobres del mundo reciban un ingreso mínimo temporal para tratar de frenar la propagación del COVID-19.
Información recogida por el diario El País, dice que el informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), plantea que 132 países de ingresos medios y bajos, garanticen un ingreso básico para cerca de 3,000 millones de personas en situación de pobreza o en riesgo de caer en ella.
“Esto no es un llamamiento de donaciones, sino una propuesta para que los gobiernos de esos países examinen sus opciones para afrontar la pandemia”, dijo Achim Steiner, administrador del PNUD a El País.
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Mientras la pandemia se agrava en los países en desarrollo, la adopción “inmediata” de esa medida para que los más pobres puedan quedarse en casa permitiría desacelerar el avance del virus, según un estudio del PNUD publicado el miércoles.
Estimó que unos 199,000 millones de dólares por mes podrían “proveer un ingreso mínimo garantizado durante seis meses a las 2,700 millones de personas que viven por debajo o justo por encima del umbral de pobreza en 132 países en desarrollo”.
El informe subrayó que “es urgente adoptar esta medida” en la medida en que la pandemia “se propaga ahora a un ritmo de más de 1,5 millones de nuevos casos por semana, especialmente en los países en desarrollo donde siete de cada 10 trabajadores viven gracias a los mercados informales y no pueden ganar dinero si se quedan en sus casas”.
“Un momento histórico sin precedentes exige medidas sociales y económicas sin precedentes”, declaró el administrador del PNUD.
“Los planes de rescate y recuperación no pueden concentrarse únicamente en los grandes mercados y empresas. Un ingreso mínimo temporal podría permitir a los gobiernos proporcionar a las personas confinadas una seguridad financiera”, agregó.
El PNUD propone que la ayuda se entregue a través de transferencias de efectivo con cantidades homogéneas a los individuos seleccionados de cada país.
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Propuestas para el financiamiento
Debido a que cada país tiene distintos umbrales de pobreza, los investigadores del PNUD afirmaron que se tienen dos opciones, completar sus ingresos o transferir una cantidad fija de 5,50 dólares al día, que es la línea de pobreza más común.
Los recursos para costear esta ayuda podrían provenir de la deuda externa, que en algunos casos ya se ha acordado suspensiones temporales de pago como el G20, que según cálculos del organismo, asciende a 3,1 billones de dólares.
Otra manera para conseguir los fondos es la de usar los subsidios a los combustibles en las personas. La última propuesta para obtener los recursos es la de la autofinanciación a través de los efectos multiplicadores de las transferencias de efectivo, ya que parte de esa inversión se recuperará a través de impuestos directos e indirectos.
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La pandemia deja oficialmente más de 15 millones de casos del nuevo coronavirus en el mundo y al menos 617,603 muertos, desde que apareció el virus en diciembre en China.
Según las proyecciones de la ONU, el virus podría matar a 1,67 millones de personas en 30 países en desarrollo.
El Programa Mundial de Alimentos estimó que 13,7 millones de personas podrían sufrir de inseguridad alimentaria severa debido a la pandemia.
“El COVID-19 exacerbó las desigualdades mundiales y nacionales existentes y ha creado nuevas disparidades que golpean más duramente a las personas más vulnerables”, concluyó el PNUD.
Con información de AFP, PNUD y El País.
