Un grupo de científicos creó una gráfica con base en una nueva fórmula para calcular la edad de los perros en “años humanos”. Los científicos afirman que su trabajo, publicado en la revista Cell Systems, desmiente la creencia común de que, para revelar la “edad humana” de los perros, basta con multiplicar por siete la edad del animal.
La fórmula se basa en lo que se conoce como metilación del ADN. Los grupos metilo son compuestos integrados por hidrocarburos que se enlazan por sí mismos al ADN y actúan como señales para activar o desactivar los genes. La tasa del proceso conocido como metilación del ADN cambia conforme envejecemos.
Tras realizar un mapa de cómo cambia la metilación del ADN en los humanos y en los perros, los investigadores crearon lo que se conoce como un reloj epigenético, que mide la edad biológica con base en la manera en que se expresan los genes. La metilación del ADN es un tipo de proceso epigenético.
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El profesor Trey Ideker, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y del Centro Moores para el Cáncer, y coautor del estudio, señaló en una declaración que los cambios genéticos reflejan la edad de una persona de manera similar a las arrugas de su rostro.
Los investigadores tomaron muestras de sangre de 104 perros de la raza labrador retriever de entre 0.1 y 16 años de edad, y analizaron su configuración genética. Compararon sus perfiles de metilación con 320 seres humanos de entre uno y 103 años de edad, y corroboraron sus hallazgos en ratones.
Los científicos encontraron las mayores similitudes en la metilación del ADN entre los perros y los humanos más jóvenes, y entre los perros y los humanos más viejos. Se descubrió una estrecha relación entre la metilación del ADN en cada especie en las distintas etapas de la vida.
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Sin embargo, dado que los perros envejecen más rápidamente que los humanos en sus primeros años, se presentaron cambios fisiológicos en la misma secuencia, pero en distintos momentos de la vida de cada especie.
Por ejemplo, un perro de ocho semanas de edad es comparable a un bebé de nueve meses de nacido que, coincidentemente, es la edad en la que comienzan a salir los dientes tanto en los cachorros como en los bebés. Y un perro de 12 años es comparable a un humano de 70.
Ideker afirma: “Si lo pensamos, esto tiene sentido; después de todo, un perro de nueve meses de edad ya puede tener cachorros, por lo que ya sabíamos que la proporción de 1:7 no es una medida precisa de la edad”.
Los resultados indican que la metilación del ADN se puede comparar entre especies como una medida del envejecimiento, indicó el equipo, y puede servir como base para hallar intervenciones para aumentar el intervalo de vida saludable.
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Sin embargo, el estudio fue limitado, ya que el equipo solo estudio a perros de la raza labrador retriever, además de que diferentes razas tienen distintas esperanzas de vida.