Un estudio ha conectado la creencia en teorías de conspiración alrededor de la tecnología 5G y la COVID-19 con la violencia.
Los teóricos de la conspiración han afirmado sin evidencias que las ondas electromagnéticas transmitidas por la tecnología 5G son responsables del nuevo coronavirus que provoca la enfermedad COVID-19.
La creencia en esta teoría también ha llevado a algunas personas en partes de Europa, Norteamérica y las islas australianas a prenderle fuego a torres de telecomunicaciones y abusar física y verbalmente de los ingenieros, según los autores del artículo, el cual fue publicado en la British Journal of Social Psychology.
Estudios anteriores han conectado las teorías de conspiración con intenciones violentas. Para explorar por qué y cuando esto podría suceder, los investigadores le preguntaron a 601 personas británicas que contestaran unos cuestionarios sobre teorías de conspiración en general, así como aquellas conectadas con la 5G y la COVID-19.
Por ejemplo, se les preguntó que declararan cuán firmemente estaban de acuerdo con declaraciones como: “Pienso que eventos que superficialmente parecen carecer de una conexión a menudo son el resultado de actividades secretas” y “La verdad real sobre la conexión entre la COVID-19 y la 5G no se ha dado a conocer al público”.
Lee más: China planea instalar 500,000 estaciones 5G pese al impacto de la pandemia
Los participantes también llenaron cuestionarios sobre cuán enojados se sentían al momento, si acaso llegarían a justificar el uso de violencia física y los niveles de paranoia, como el pensar que alguien quería hacerles daño.
Después, el equipo les mostró a los participantes artículos noticiosos sobre el surgimiento de conspiraciones sobre la 5G y la COVID-19, y los ataques contra torres, y les preguntaron si participarían en tales actos y si pensaban que estaban justificados.
La información reveló una conexión entre las teorías de conspiración sobre la 5G y la COVID-19 y respuestas violentas, propiciadas por la ira. Esta asociación fue más fuerte en aquellos con los niveles más altos de paranoia. Estos patrones también surgieron en las preguntas en general sobre teorías de conspiración y violencia, llevando a los autores a creer que sus hallazgos podían relacionarse con estas creencias más ampliamente, no solo en relación con la 5G y la COVID-19.
El equipo espera que sus hallazgos pudieran evitar la violencia, al propiciar una investigación sobre las maneras para ayudar a la gente paranoica a responder ante su ira suscitada por teorías de conspiración de formas apropiadas.
Sin embargo, el equipo reconoció que el estudio estuvo limitado por varias razones, incluido el que las opiniones de los participantes solo se midieron una vez, y solo fueron capaces de hallar correlaciones entre los factores.
Jenny Paterson, coautora y alta profesora numeraria en psicología de la Universidad Northumbria, dijo en una declaración: “Estos hallazgos son notables dadas sus posibles implicaciones prácticas. Dado que las creencias de conspiración pueden ser resistentes al cambio, nuestra investigación sugiere que centrarse en la conexión entre la ira y la violencia podría ser un enfoque inicial efectivo para mitigar las relaciones entre las creencias de conspiración, la ira y la violencia”.
Daniel Jolley, coautor y alto profesor numerario de psicología en la Universidad Northumbria, dijo a Newsweek en un correo electrónico: “Antes se pensaba que las teorías de conspiración eran una diversión inocua, [mientras que] nuestra investigación remarca que tal vez no sea así. ¡Las teorías de conspiración son importantes!”
Jolley expresó: “Las teorías de conspiración a menudo surgen en tiempos de crisis en una sociedad, cuando la gente busca hallarle sentido a un mundo caótico y necesita lidiar con sentimientos de incertidumbre y amenaza. Con su caos consiguiente a nivel mundial, la COVID-19 tipifica el terreno más fértil para que florezcan las teorías de conspiración”.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek