El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con penas de hasta 10 años de prisión a personas que vandalicen o destruyan estatuas o monumentos, una práctica que cobró fuerza durante las protestas por George Floyd.
“He autorizado al Gobierno Federal que arreste a cualquier persona que vandalice o destruya cualquier monumento, estatua u otra propiedad federal en los Estados Unidos con hasta 10 años de prisión, según la Ley de Preservación del Monumento al Veterano u otras leyes que puedan ser pertinentes”, escribió el mandatario en Twitter.
I have authorized the Federal Government to arrest anyone who vandalizes or destroys any monument, statue or other such Federal property in the U.S. with up to 10 years in prison, per the Veteran’s Memorial Preservation Act, or such other laws that may be pertinent…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 23, 2020
Dijo que esta medida será efectiva de inmediato, “pero también puede usarse retroactivamente por la destrucción o el vandalismo ya causado”, advirtió.
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Las manifestaciones por la muerte de Floyd –que se replicaron en varios países– llevaron a muchos estadounidenses a cuestionarse el pasado racista de su país, poniendo en la mira a estatuas de hombres blancos que defendían la esclavitud, especialmente en ciudades como Richmond, que fue capital de la Confederación.
En la ciudad, tres de figuras fueron derribadas por los manifestantes desde el 25 de mayo. Una estatua del explorador italiano Cristóbal Colón, considerado por grupos indígenas como un símbolo de la colonización violenta de los europeos en América, también fue derrumbada y echada a un lago.
El gobernador de Virginia, Ralph Northam, anunció a principios de junio que había ordenado la eliminación de la imponente estatua de Robert E. Lee, comandante en jefe del ejército confederado. Su decisión fue impugnada en la corte, pero los activistas son optimistas.